Un campeón de taekwondo terminó en la banda de los “Cara de Nene”

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Tenía todo para ser campeón, pero terminó en la cárcel, acusado de estafar a jubilados como uno de los engranajes de la banda de los “Cara de nene” . La historia de Federico Ferriol Laffouillere sorprendió al mundo del taekwondo en la Argentina. Nadie puede creer que el atleta ganador de los Juegos Odesur 2010 en la categoría de hasta 54kg sea el mismo que esté acusado de integrar la banda de jóvenes a la que se le adjudican al menos 23 estafas millonarias a vecinos de la zona norte del conurbano. La organización se habría alzado con un botín de al menos 2.000.000 de dólares. Ferriol, de 27 años, fue apresado el miércoles de la semana pasada en un departamento de Puerto Madero que alquilaba por 2000 dólares por mes.

¿Cómo es posible que un joven que a los 18 años impresionaba con su potencial en deportes de combate haya finalizado tras las rejas ocho años después?

Los premios Olimpia son los más destacados del deporte argentino. En 2010 se celebró una edición muy especial, porque eran los galardones del Bicentenario. Los nombres que se llevaron la estatuilla fueron figuras históricas como Diego Maradona (fútbol), Emanuel Ginóbili (básquetbol), Juan Manuel Fangio (automovilismo), Roberto De Vicenzo (golf), Guillermo Villas (tenis), Hugo Porta (rugby) y los medallistas de oro de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Juan Curuchet y Walter Pérez (ciclismo). Todos ellos fueron considerados los mejores argentinos de todos los tiempos en su especialidad, publica el diario La Nación.

Además, también se repartieron los premios para los mejores de aquel año. El de oro, es decir, el mejor atleta de 2010, lo ganó Luciana Aymar (hockey sobre césped). Y en la terna de taekwondo aparecería un nombre que luego haría historia en el deporte argentino: Sebastián Crismanich , oro olímpico en Londres 2012. Pero en 2010, el Olimpia de plata en ese deporte fue para un joven que prometía irrumpir a nivel mundial: Federico Ferriol Laffouillere.

Con sólo 19 años, Ferriol había ganado la medalla de oro en los Juegos Odesur (el evento deportivo más importante de América del Sur) en Medellín 2010. Además, en esa temporada también se había consagrado en el Open de Holanda. Por eso, había triunfado en la terna de los Olimpia ante Crismanich y Natalia Forcada.

La terna de taekwondo de los Premios Olimpia en 2010: Ferriol (el medio); a su derecha, Sebastián Crismanich, y a su izquierda, Natalia Forcada Crédito: Prensa CPD
Pero poco después, inesperadamente, la carrera deportiva de Ferriol se apagó. Ni siquiera se clasificó a los Juegos Panamericanos de Gudalajara 2011, donde Sebastián Crismanich comenzó su derrotero de gloria y ganó la medalla de oro. En 2010, tiempos previos al nacimiento del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), las becas a los deportistas eran pocas y mal pagas.

Ferriol decidió abandonar el taekwondo para trabajar en el negocio de su familia, vinculado a las joyas. Un referente del taekwondo que conoció de cerca a Ferriol había intentado convencerlo de que volviera a la selección argentina, dadas sus enormes condiciones, pero no lo logró. Los entrenadores querían volver a contar con él en el equipo argentino. Luego de la medalla de oro de Crismanich en Londres 2012, se ilusionaban con que Ferriol pudiera animarse a encarar un camino similar al del nuevo ídolo correntino. Pero no hubo caso. No volvió a competir, a pesar de sus grandes condiciones.

“Como atleta era de élite, tenía mucho potencial. Era muy bueno técnica y tácticamente”, indicó a LA NACION un extaekwondista que destaca su estirpe de atleta y que aún está sorprendido por la detención del joven de 27 años. “Me da pena por él”, añadió, antes de afirmar que cuando él lo conoció “era un buen pibe”.

Después de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Ferriol no volvió a competir y sus colegas le perdieron el rastro. El atleta había comenzado su camino en un gimnasio de Villa Crespo bajo la tutela de un entrenador que, curiosamente, también enfrenta ahora serios problemas con la ley: está acusado de abuso de menores y la Confederación Argentina de Taekwondo (CAT) le impidió ser parte de cualquier delegación nacional.

Los sueños de campeón quedaron lejos para Federico Ferriol, detenido y acusado de integrar una asociación ilícita, en una causa que investiga el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari. Los detectives que siguen el caso tienen serias sospechas de que él fue uno de los cobradores de las estafas que pergeñó la banda de los “Cara de nene”. Es decir, él iba a las casas de los jubilados víctimas del “cuento del tío” con el cual los convencían de que les dieran los dólares que atesoraban porque el Tesoro norteamericano había resuelto cambiar los billetes y los bancos argentinos iban a reemplazarlos. Semejante estafa está en las antípodas del honor que las artes marciales siempre inculcan.