Rosario: un cura denunció a los narcos y le balearon la parroquia y el colegio

1472
Rosario, 23 de Setiembre de 2018 El padre Juan Pablo Núñez viene denunciando las situaciones de violencia que padecen los vecinos de barrio Larrea. Hace tres años y medio lo hizo a través de los medios y no pasó nada. Hace unas 4 semanas decidió llevar su reclamo a las autoridades del Ministerio de Seguridad y la respuesta no tardó en llegar. La semana pasada recibió dos amenazas mientras caminaba por la calle. Y este domingo a la madrugada balearon la parroquia María Reina que él preside, ubicada en México 1055 bis y el colegio parroquial Paulo VI que está enfrente. Fueron más de una decena de disparos, 7 contra la parroquia y el resto contra el jardín y el frente de la escuela. Un apriete con sello narco del que ahora es víctima un sacerdote.- Foto: JUAN JOSE GARCIA

Los frentes de un colegio religioso y una parroquia de la ciudad de Rosario fueron atacados a balazos, luego de denuncias realizadas por el cura del lugar con respecto al narcotráfico en el barrio.

Los ataques fueron concretados en horas de la madrugada del domingo por desconocidos que se movilizaban en moto y efectuaron varios disparos contra el frente de la parroquia María Reina, en el barrio Larrea, e hicieron lo propio con el del Colegio Paulo VI, situado en la vereda de enfrente.

“Sabía que iba a ocurrir una tragedia. Me estaban esperando. Esta vez fue sin sangre”, dijo a la emisora Cadena 3 Juan Pablo Núñez, el sacerdote de la parroquia rosarina María Reina.

Fueron siete los disparos que dieron contra la puerta de chapa del colegio y al menos ocho, los que destrozaron el frente vidriado de la capilla, informó el diario La Capital.

“A la noche hay tiroteos por todos lados, esta vez no salí a ver, pero me estuvieron esperando. Tiraron contra la escuela primero y al no verme, contra la iglesia. En el altar pegaron siete balas, y en la escuela cinco”, relató Núñez.

Y agregó: “Esto lo vivimos continuamente en el barrio. Yo no estoy acostumbrado y no me quiero acostumbrar y la única manera para que hagan algo es que se visualice”.

“Yo soy sacerdote. No hago trabajo ni de investigación ni contra el narcotráfico. Cuando llego al ver la realidad del barrio y el hostigamiento de los vecinos, me empezó a preocupar lo que genera la venta, el robo, los arrebatos, es una tensión constante cuando uno sale a la calle y escucha una moto”, explicó el religioso.

El párroco recordó que habían abierto un centro de vida que tuvieron que cerrar porque los jóvenes que asistían eran amedrentados por los narcos, y llegaban golpeados.

“Nosotros estamos a la buena de Dios. No hubo una tragedia anterior porque nos cuida la Virgen y la balacera fue de noche y pegó en el altar”, advirtió.

El martes pasado el cura había recibido una intimidación por sus denuncias contra el narcotráfico en la zona: “Agarrá plata, callate la boca o te quemamos”, le dijeron dos jóvenes de unos 18 años.

Tras ese episodio, el jueves, el cura le envió un mensaje por celular al grupo integrado por la comunidad educativa y religiosa en el que denunciaba la situación.

“Docentes y comunidad de María Reina. Hace unos meses la violencia se incrementó en el barrio por la venta de drogas. Tomé contacto con autoridades y los denunciamos. Tenemos vecinos amenazados para que vendan drogas o callen su boca. Confiamos en la protección de María”, alertó el padre Núñez.

Según advirtió el cura, de 34 años, denunciar a los narcos es “la tarea del pastor” y la presentación la hizo hace unas cuatro semanas ante las autoridades responsables de la seguridad en la ciudad.

“Hay muchos curas que trabajamos en ésto, en la prevención y acompañando a gente con estos problemas”, añadió el sacerdote.

El subsecretario de Investigación Criminal de Santa Fe, Darío Chávez, informó que se dispuso una “seguridad fija en el lugar”, mientras que sostuvo que por el momento no habán sido identificados los autores del atentado.

“Evidentemente es una zona tomada por organizaciones narcocriminales. Se dispuso seguridad fija en el lugar”, afirmó el funcionario en declaraciones a Radio La Ocho.

Según trascendió, el cura denunció un búnker que ya había sido allanado el 29 de noviembre pasado por la Policía de Investigaciones (PDI) santafesina, con el secuestro de drogas y la detención de un hombre.