Melina Pitra tuiteó en vivo mientras ladrones robaban en su barrio privado

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La modelo Melina Pitra, esposa del arquero de Aldosivi Fabián Assmann, reveló que sintió “miedo” durante un robo que se concretaba en el country La Lomada de Pilar, donde vive con su familia, aunque aclaró que “el hecho no pasó a mayores”.

“Entraron a robar a mi barrio cuatro encapuchados. Tienen todo cercado para que no se escapen. Yo digo: abran todo, lpm, y que se vayan de acá”, escribió Pitra en su cuenta de Twitter.

La modelo entró en pánico porque Assmann está en Mar del Plata entrenando en Aldosivi y ella estaba sola con sus dos hijas Isabella e Indiana.

“Soy una afortunada, como el resto de la gente que vive en el barrio, porque esto no pasó a mayores. Lo que sucedió fue que hubo un robo en simultáneo en cuatro barrios de Pilar. Entraron en el mismo momento cuatro tipos o más, no se sabe bien, encapuchados, y se dirigieron a una casa en la que había una pareja durmiendo. Entonces ellos empezaron a gritar y los delincuentes se fueron corriendo”, explicó Pitra en declaraciones al portal Teleshow.

La modelo aclaró que los asaltantes no entraron a su casa, pero remarcó que entre los vecinos empezaron a pasarse el dato por WhatsApp para alertarse entre sí.

“El tema fue que permanecían en el barrio. Entonces, en el chat de los vecinos, empezaron a decir que nos atrincheremos cada uno en su casa, que cerremos las puertas y las ventanas, que prendamos todas las luces y que estemos atentos. Fue un momento terrible”, aseguró.

Pitra indicó que “lo llamativo es que entraron al mismo tiempo en cuatro barrios diferentes”.

Respecto al hecho, indicó: “Que te pase algo así te genera muchísimo miedo. Yo estaba con mis nenas. Entonces las agarre y las encerré en mi cuarto, mientras iba mirando las cámaras de seguridad. En un momento, vi una araña que se cruzó y me pegué un susto tremendo. Gracias a Dios no nos pasó nada. Pero ya estamos acostumbrados a estas cosas que pasan en la Argentina”.

Por último, reveló que se mantenía en comunicación con su marido a la distancia mediante el teléfono celular.

“El pobre estaba con el teléfono todo el tiempo. Yo le iba diciendo: Estoy bajando la escalera, Estoy cerrando la ventana, Estoy prendiendo la luz de afuera … Porque, al estar sola, era un miedo extra para mí”, concluyó.