Crimen de la enfermera: el padre de uno de los hermanos detenidos dice que uno la mató

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El padre de los hermanos Pablo y Gabriel Guevara, detenidos por el femicidio de la enfermera Marcela Coronel, cometido hace dos semanas en la localidad bonaerense de Longchamps, dijo ayer que el primero de ellos, cuñado de la víctima, “fue el asesino”, que él lo entregó a la Justicia y que su otro hijo, marido de la mujer asesinada, “es inocente”.

Fuentes judiciales informaron que Pablo Guevara (26) -un ex policía de la provincia de Buenos Aires exonerado en 2017 por un caso de hurto- se negó a declarar ante la fiscal de la causa, quien le imputó el delito de “homicidio calificado por alevosía”.

Durante la indagatoria ante la fiscal Marcela Juan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género del departamento judicial Lomas de Zamora, este acusado estuvo asistido por el defensor oficial Pablo Guerra.

Según las fuentes, la indagatoria de Gabriel Guevara (24) fue pospuesta, por pedido del defensor oficial Daniel Wilk, para mañana a las 8, cuando la fiscal le formulará cargos por “homicidio calificado por la relación de pareja, violencia de género y alevosía”.

“Yo conozco a mis hijos, tuve once. Pablo podría haber sido el asesino y creo que Gabriel es inocente”, dijo a la prensa Daniel Guevara, padre de los dos hermanos presos.

El hombre contó que él aportó “pistas” para que investigaran a su hijo ex policía luego de comprobar que éste tenía en su poder el celular de la enfermera asesinada y sostuvo que el “móvil” del crimen fue que “Pablo le fue a robar al hermano Gabriel”.

En ese sentido, Guevara padre cree que Pablo vio salir de la casa a Marcela (33) cuando ella fue a hacer las compras, decidió entrar a robar y cuando la enfermera regresó para dejar lo que había comprado, descubrió a su cuñado y se originó la pelea que terminó en el homicidio.

Por otro lado, fuentes de la investigación indicaron que Pablo Guevara había ingresado a la Policía bonaerense en 2014 pero que luego fue acusado de haberse apoderado de una moto que había sido secuestrada en el marco de una causa penal y que él la utilizaba como si fuera suya.

Ante esta situación, la Auditoría de Asuntos Internos inició un sumario administrativo y en diciembre pasado resolvió exonerarlo de la fuerza, aunque el joven fue notificado oficialmente a mediados de enero.

Los hermanos Guevara fueron detenidos la noche del sábado por orden del juez de Garantías Gabriel Vitale y a pedido de la fiscal Juan, quien el 1 de junio ya había imputado al marido de la enfermera pero sin llegar a indagarlo.

Las fuentes señalaron que la fiscalía valoró entonces una serie de contradicciones en las que incurrió Gabriel al brindar su primer testimonio.

Mientras que las sospechas sobre Pablo surgieron por lo declarado por su padre y su hermano y por los videos de cámaras de la Municipalidad de Almirante Brown que lo grabaron caminando y con su sobrina en brazo minutos antes de que la niña fuese abandonada en Burzaco.

El femicidio de Marcela se descubrió el 28 de mayo pasado, cuando su hija fue encontrada deambulando sola por las calles de dicha localidad de Almirante Brown y se convocó a la Policía.

Por su parte, Gabriel Guevara, padre de la niña, se presentó en la comisaría de la familia de ese partido y dijo ser la pareja de la enfermera, que ésta trabajaba en el Hospital Italiano en el turno tarde y que esa mañana, cuando él se había retirado, su hija había quedado al cuidado de ella.

El hombre -que trabajaba como vigilador privado- contó que él se enteró por las redes sociales que su hija había sido encontrada en la calle y que cuando se comunicó con su hermana a raíz de esto, ella le dijo que Marcela le había enviado un mensaje diciéndole que no fuera a cuidar a la niña ese día, como lo hacía habitualmente, porque ambas irían a la casa de su madre.

Debido a que el relato del esposo no resultó creíble, la fiscal Juan ordenó una inspección en el domicilio de la pareja, situado en Roberto Arlt al 3500 de Longchamps, donde se encontró el cadáver de la enfermera envuelto en una frazada en una habitación utilizada como galpón.

La autopsia determinó que la mujer fue atacada de tres hachazos, que luego fue estrangulada a lazo y que finalmente murió asfixiada al ser sofocada cuando le taparon la boca y la nariz.