Preocupan los arrebatos y hurtos en la 9 de Julio

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El cruce de las avenidas Santa Fe y 9 de Julio es uno de los puntos más transitados cada día por vecinos, comerciantes y turistas. Mientras finaliza el horario de funcionamiento de las oficinas, las bocinas suenan inclementes, sin pausa, en los embotellamientos. En ese momento, entre las 18 y las 20, esa zona se transforma en una trampa peligrosa para los automovilistas por la acción de una desorganizada banda de precoces asaltantes.

Según relataron comerciantes y peatones, los delincuentes son, mayoritariamente, menores de edad que simulan limpiar vidrios de vehículos a cambio de monedas. En realidad están acompañados por mayores, se mueven en grupos de tres o cuatro y, durante momentos fugaces y explosivos, suelen robar lo que pueden del interior de los automóviles, publica el diario La Nación.

También hurtan teléfonos celulares a quienes esperan los transportes públicos en las dársenas del Metrobus. Las cámaras fotográficas son otro blanco elegido por esos arrebatadores, especialmente en los alrededores del Teatro Colón, donde muchos turistas se detienen a contemplar el emblemático edificio.

Si bien se advierte que circulan por allí constantemente los vehículos de la Policía de la Ciudad, y a su vez los vecinos destacan que se nota una marcada presencia policial en distintos puntos de la zona, esos factores parecen no intimidar a los jóvenes asaltantes, a quienes los habitantes de la zona caracterizan como adictos desamparados que viven en la calle.

“A última hora del día, los muchachos que limpian vidrios asaltan a los automovilistas. Yo escucho los gritos y veo cómo corren por las plazoletas. Son chicos jóvenes. Hay algunos días en los que vienen, pero también hay otros en los que no los veo. El problema aquí son los embotellamientos”, dijo Daniel Ortiz, encargado de un edificio en la esquina de Cerrito y Santa Fe.

A su vez, Walter Gorosito, a cargo de un restaurante en esa intersección, comentó: “Si los automovilistas vienen con los vidrios bajos, es muy probable que sean asaltados”. Y agregó: “Los ladrones cruzan en dos segundos toda la avenida para escapar. Siempre desaparecen corriendo. Suelen volver una hora después del robo. Veo estos asaltos todos los días. La policía no los puede agarrar. Son todos menores, muy chiquitos”.

Los propietarios de dos importantes locales comerciales de la zona explicaron cómo es la cotidianidad en esta esquina cuando el sol desaparece y el peligro aumenta. Uno de ellos, que sostiene a su familia con los ingresos de una importante chocolatería, prefirió mantener su nombre bajo reserva para explicar: “He visto robos en la puerta de mi local. En el barrio, las caras de los integrantes de esta banda de menores ya son conocidas por los vecinos. En algunas oportunidades, la policía los sacó de esta esquina”.

En tanto que Juan Manuel, administrador de un importante local de venta de vinos en la zona, destacó: “Observé cómo estos jóvenes miran hacia el interior de los autos. Se juntan en la plazoleta, a mitad de cuadra. Lo noté como automovilista, recorriendo la zona. Pero también pude ver esta situación desde mi local, cuando hay embotellamientos. Los ladrones se mueven en grupos de dos o tres personas”. Y aseguró: “Por seguridad, a las 19.15 cierro la puerta de mi local con llave. Los sábados no abrimos. Es un día en el que no se vende mucha mercadería y, además, te pueden robar”.

La preocupación de los vecinos por la acción de esa banda de arrebatadores es compartida por el Ministerio de Seguridad porteño. “Se trabaja con un monitoreo permanente de las cámaras de seguridad y hay presencia en la zona de brigadas policiales, pero es un escollo que los delincuentes sean menores, ya que no están más de un rato detenidos”, indicaron fuentes oficiales.

El despliegue dispuesto en la 9 de Julio incluye al personal de la comisaría 15» con el refuerzo de unidades de la División de Orden Urbano en las posiciones consideradas más problemáticas, entre ellas, el cruce con la avenida Santa Fe. Y agentes en motos recorren la 9 de Julio entre la avenida San Juan y el comienzo de la autopista Illia, según detallaron fuentes de la Policía de la Ciudad.

“Desde mitad de año hasta ahora hubo 25 detenciones por tentativas de robo, arrebatos y hurtos. En la mitad de los casos se trató de menores de edad. De todas maneras se desbarató en ese período una banda de falsos limpiavidrios que cometían delitos y se apresaron a ladrones en la zona del Metrobus”, detallaron en el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.