Cinco personas fueron detenidas en la villa 1-11-14 como acusadas de integrar la banda liderada por el capo narco peruano Marco Antonio Estrada González, durante una serie de allanamientos durante los cuales fueron decomisaron 280 kilos de droga, informó hoy el Ministerio Público Fiscal (MPF).

Los procedimientos se realizaron el jueves último en el mencionado asentamiento ubicado en el Bajo Flores porteño, donde la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) había constatado la continuidad de la actividad ilegal de dicha organización, a través de “marcadores” que alertaban sobre la presencia de patrullajes policiales en la zona.

El Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de la Policía Federal (PFA) comprobó que esas personas custodiaban la venta de drogas en inmediaciones de la iglesia San Antonio y en el punto conocido como “Córner de Lalo”.

Según indicó la página Fiscales, los investigadores constataron que la actividad de la banda se había desplazado a esa zona tras los allanamientos realizados en junio pasado, en los que fueron detenidas 18 personas acusadas de traficar drogas dentro del asentamiento.

Luego, los representantes del MPF formalizaron la investigación y solicitaron al Juzgado Criminal y Correccional Federal 12, a cargo de Sergio Torres, que autorizara la ejecución de los operativos.

Durante los allanamientos, la Policía detuvo a cinco presuntos integrantes de la organización y hallaron a dos personas que tenían órdenes vigentes de expulsión del país.

Además, en los domicilios identificados durante la investigación fueron decomisados 270 kilos de marihuana, 10 kilos de cocaína, cuatro armas de fuego, varios teléfonos celulares, elementos de fraccionamiento y corte de esas sustancias y documentación de interés para la causa.

Estrada González, apodado “Marcos”, ingresó al país en 1997 y montó una organización que funcionaba en la villa 1-11-14, donde comandaba a más de cien personas en el tráfico y comercialización de marihuana, cocaína y pasta base, como así también el acopio de armas de fuego y municiones.

En esas dos décadas de actividades delictivas, “Marcos” mantuvo un duro enfrentamiento con su rival en la venta de drogas, el también peruano Alionzo Rutillo Ramos Mariño (52), alias “Ruti”.

En 2004, fue condenado a cuatro años de prisión como organizador de una asociación ilícita, por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por el número de intervinientes y acopio de armas y municiones de guerra.

Luego, en 2012, recibió seis años de cárcel por los mismos delitos, mientras que un año después se lo condenó a otros seis años por tráfico de estupefacientes.

Al ser consecutivas, la Justicia decidió unificar las condenas en una única a diez años de prisión.

Sin embargo, “Marcos” salió de la cárcel en febrero de 2014 con una libertad condicional anticipada -por haber hecho cursos y estudios- y hace un año fue detenido otra vez por orden del juez Torres en el barrio privado “La Celia” de Ezeiza, al comprobarse que seguía liderando el tráfico de drogas en la villa 1-11-14.

En tanto, el miércoles último la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal rechazó un recurso presentado por su defensa para permanecer en el país, luego de que la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) ordenara su expulsión a raíz de sus reiteradas conductas delictivas.