El juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, dictó hoy la prisión preventiva para Marcos Esteban Bazán y Marcelo Sergio Villalba, los dos detenidos por el crimen de Anahí Benítez, la chica hallada violada, asesinada y enterrada en la reserva natural Santa Catalina de Lomas de Zamora, informaron fuentes judiciales.

Monelos avaló así el pedido que habían formulado hace una semana las fiscales de la causa, Fabiola Juanatey y Verónica Pérez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 Especializada en Femicidios de Lomas de Zamora.

Bazán (34) quedó detenido por los delitos de “privación ilegal de la libertad en concurso real con homicidio triplemente calificado por su comisión mediante alevosía, criminis causa y mediando violencia de género”.

Mientras que a Villalba (40) le imputan esa misma carátula, pero le agregan también “robo”, por haberse apoderado del celular de Anahí (16), y “abuso sexual con acceso carnal”, ya que su ADN fue hallado en el cuerpo de ella.

El abogado de Bazán, Lucio de Rosa, aseguró esta mañana a la prensa, en la puerta de Tribunales de Lomas de Zamora, que al conocer la resolución pudo hablar de manera informal con el juez Monelos y que el magistrado le dijo que aún hay mucha prueba por producir y analizar y que si dejaba preso a su cliente era “por una medida preventiva ya que se trata de una causa de un homicidio”.

Al pedir la prisión preventiva, las fiscales sostuvieron que “es evidente que Anahí Aldana Benítez no estuvo alejada de su hogar por propia voluntad, habiendo sido desapoderada legítimamente de su celular, presentó golpes en el cuerpo, se halló Diazepan en el estómago, que actúa como inhibidor de la voluntad, a eso se suma la agresión sexual padecida por ésta y su fatal desenlace”.

“Teniendo en cuenta -continúan-, la privación de la libertad, los días de cautiverio, los golpes y mecanismo de muerte, a lo que se suma el lavado del cuerpo, el traslado del mismo hacia el lugar donde finalmente fue semienterrado y contando con los elementos al efecto, (…) se deriva lógicamente la participación indefectible de al menos dos personas”.

En el caso de Villalba, las fiscales resaltaron la prueba clave de ADN que determinó que su perfil genético coincide con el patrón masculino hallado en el hisopado anal de la víctima, lo que prueba que él fue el autor del abuso sexual.

También subrayaron que en poder de su hijo adolescente fue hallado el celular Samsung Core 2 que pertenecía a la víctima y él dijo haber encontrado tirado en la calle -algo que los investigadores no creen- y que el 1 de agosto a las 23.35 Villalba publicó en su Facebook una selfie con la leyenda “sólo por placer”.

Respecto de Bazán, las fiscales le dieron una importancia preponderante a la labor que hizo el perro “Bruno”, de la División Canes de la secretaría de Seguridad del Municipio de Escobar.

El perro percibió “rastros de olor de la víctima en la cocina comedor” de la casa de Bazán y en uno de los galpones donde criaba hongos y remarcaron que, según los entrenadores del animal, “Anahí no había salido con vida del lugar”, pero también detectó una muestra olfativa de este imputado en el pozo donde se halló el cuerpo.

Otra prueba que compromete a Bazán es la tijera escolar con la inscripción “Lautaro M.” que fue encontrada en su casa y está probado que pertenecía al mejor amigo de Anahí y desde febrero estaba en poder de la víctima.

Además, dos hermanos declararon que el día de la desaparición de Anahí, 29 de julio, se cruzaron en la reserva Santa Catalina, cerca de la casa de Bazán, con una mujer que les llamó la atención porque “caminaba lento como medio zombi”.

Otras evidencias son el reconocimiento que la madre de la víctima, Silvia Mabel Pérez, hizo de un cabello y de un sombrero secuestrados en la casa de Bazán, como pertenecientes a su hija.

Las fiscales destacan la coincidencia del arroz que Bazán dijo que tenía en una olla para alimentar a sus perros con el informe de autopsia que detectó “una papilla” con alimento similar en el estómago de Anahí.

Como un “indicio de mendacidad”, las fiscales mencionaron las contradicciones que hay entre los dichos de Bazán y las declaraciones de dos amigos suyos, en relación al día y la hora en la que estuvieron juntos.

Las acusadoras también resaltan al “extenso contenido de carácter pornográfico” hallado en el celular del Bazán y en una serie de mensajes de texto y de audio en los que el acusado hace referencia a “la burundanga” u otras drogas -reconoció que fumaba cinco porros por día-.

También mencionaron el “gran nerviosismo” que demostraba Bazán por los rastrillajes policiales de búsqueda de la chica mientras estuvo desaparecida, lo que podría haber derivado en el “descarte de apuro” que se hizo del cadáver.

El viernes se conoció un nuevo peritaje geológico que determinó que una de las palas secuestradas en la vivienda de Bazán tenía adherida la misma tierra que hay en el sitio donde fue sepultada la víctima.