La muerte de un joven tras ser detenido por agentes de la Policía de la Ciudad provocó la reacción de sus allegados, que atacaron a pedradas la comisaría octava y dañaron tres patrulleros, informaron fuentes policías.
Todo se originó el sábado a la noche cuando un taxista alertó sobre una pelea en la esquina de Hipólito Yrigoyen y General Urquiza, en el barrio porteño de Balvanera.
Uno de los protagonistas de la discusión huyó corriendo y el otro, identificado como Brian Bravo, de 23 años, se quedó exaltado en el lugar, con una bolsita de nailon en la boca que se tragó, aparentemente con droga en su interior.
Según el agente que intervino, el joven se desvaneció en el piso y fue trasladado al Hospital Ramos Mejía, adonde murió.
La pareja de la víctima le dijo a la Policía que Brian se sentía descompuesto desde el viernes, ya que era adicto a la pasta base, a las pastillas y al alcohol. Además, de acuerdo a las mismas fuentes, contó que el 13 de julio había recuperado la libertad luego de cumplir pena por el delito de robo.
Según denunciaron, uno de los policías apretó el cuello del joven con la rodilla tras detenerlo y le causó la asfixia.
Anoche, pasadas las 20, unas 30 personas, entre familiares y allegados del fallecido, fueron hasta la comisaría octava con bolsas de residuos llenas de basura y mochilas conteniendo piedras, que arrojaron contra los móviles policiales y el frente de la dependencia.
Tres patrulleros terminaron dañados, al igual que el portón de entrada y los vidrios que dan a la calle de la seccional.
Finalmente, los agresores fueron dispersados y fue detenido un hombre de 62 años.
“Brian tenía toda una vida por delante y se la quitó este señor. Pedimos justicia, mataron a una criatura de 23 años, que lamentablemente estaba enfermo por una adicción”, dijo Claudia, tía del joven, durante el velatorio.
Intervino en el caso la Fiscalía Criminal y Correccional N° 54, que dispuso que las actuaciones queden a cargo de la Gendarmería Nacional.
