Unos 270 reclusos de los pabellones 5 y 9 del penal de Boulogne Sur Mer de la ciudad de Mendoza -acusados de hechos de violencia de género- realizan desde hace cinco días una huelga de hambre en reclamo por la falta de agilidad en sus procesos judiciales y mejoras en las condiciones carcelarias.
El gobernador Alfredo Cornejo dijo a la prensa que en esos pabellones “la mayoría de los detenidos son reincidentes por otros delitos” y pidió que el reclamo de los internos “sea dimensionado en su justa medida”.
No obstante reconoció que “hay una parte del proceso en la resolución de las causas de violencia de género, en donde falta el compromiso de los operadores de justicia” y pidió “cortar con la demagogia institucional” y “no poner toda la carga al fiscal”.
Por su parte, el titular del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, dijo que se trata de internos que se encuentran en huelga de hambre en un reclamo pacífico y están bien de salud.
Los reclusos difundieron un escrito en el que piden “la libertad” ya que consideran que están presos “a partir de una denuncia de una mujer que no ha sido corroborada” y que que mientras se esperan las pericias psiquiátricas, tanto de los denunciados como los denunciantes, nos encierran violando el debido proceso y la presunción de inocencia”.
Los reclusos además denunciaron que viven en condiciones de hacinamiento debido a la sobrepoblación carcelaria.
