La Justicia dispuso hoy la detención de dos personas por encubrimiento en la causa por la desaparición de la joven Micaela García, en Gualeguay, pero hasta el momento no se detuvo al principal sospechoso, ni se ha encontrado a la chica.
Uno de los detenidos es Néstor Pavón, dueño del lavadero “Miyo”, de Gualeguay, donde trabajaba el sospechoso, y el otro es Fabián Ehcosor, padrastro de Sebastián Wagner, actualmente prófugo por la desaparición de Micaela.
Pavón está acusado de haberle prestado dinero para facilitar la huida a Wagner, ocurrida el martes último, cuando habría subido a un camión para ir a Buenos Aires, en tanto el padrastro vive junto a la madre del sospechoso en la localidad bonaerense de Moreno y ambos están acusados de encubrimiento agravado, según confirmó el juez de Garantías, Sebastián Elal.
Medios entrerrianos consignan que Wagner fue en el camión hasta Campana, Buenos Aires, donde habría sido recogido por familiares de la madre, que lo llevaron hasta Moreno.
La Policía realizó un allanamiento en la vivienda de la madre de Wagner, en Moreno, y se habría determinado que el sospechoso se fue ayer de ese lugar.
Trabajan en forma conjunto la Policía de Entre Ríos, la Policía Federal, la Agencia Federal de Inteligencia y la Policía Bonaerense.
Sebastián José Luis Wagner tiene 30 años y gozaba de libertad condicional tras ser condenado por dos violaciones cometidas en 2009 en la ciudad de Concepción del Uruguay.
Ahora está sospechado de haber participado en la desaparición de Micaela García, hecho ocurrido el pasado sábado en Gualeguay, donde Wagner trabajaba en un lavadero de autos y vivía junto a su concubina, Nora González.
Las sospechas crecieron cuando aparecieron filmaciones que mostraban rondando en la zona del boliche al Renault 18 en el que se movilizaba Wagner.
Micaela, oriunda de Concepción del Uruguay, desapareció el sábado a las 5.23 tras salir del boliche King de Gualeguay, ciudad donde cursa el profesorado de Educación Física.
La Policía de Entre Ríos realizó rastrillajes terrestres, aéreos y en el río, hasta el momento sin resultados.
Nora González, la mujer que conoció a Sebastián Wagner en la cárcel cuando éste estaba purgando una condena por violación y después comenzó a convivir con él, dijo hoy a Radio Máxima de Gualeguaychú que su pareja “nos dijo que si venían a molestarlo por este tema, no quería volver a la cárcel, que se iba a matar”.
González reconoció que “sabíamos el caso de la chica, pero él (Wagner) no hizo ningún comentario y por ahí preocupado preguntaba si la encontraron, si se sabía algo, y decía: ‘yo me preocupo o me pongo mal porque estoy con una causa, una chica que se pierde de Concepción y se pierde acá, sé que pueden venir a investigarme’”.
Reveló asimismo que el sábado, día de la desaparición de Micaela, Wagner llegó a su casa a las 9, y precisó que “vino y se acostó a dormir. O andaba drogado, o andaba borracho y le dije ‘bañate y acostate a dormir, mirá cómo estás’. El no se drogaba, por ahí andaba con algún amigo. No tenía ninguna marca, solamente acá (señalándose el pecho) tenía un raspón y me dijo que había sido con una rama”.
La mujer agregó que cuando Wagner regresó el sábado a la mañana a la casa, “el auto tenía barro en las ruedas, en la parte de adelante, lo lavó mi hijo… Me dijo: ‘Yo se lo voy a lavar al Seba’. (Wagner) dijo que se había quedado empantanado. La pala con barro apareció en el baúl del auto, supuestamente es del lavadero… Me dijo que había andado con un amigo, pero no me dijo otra cosa”.
Conmovida, la mujer dijo que “a los padres (de Micaela), les diría que yo estoy del lado de ellos, yo no estoy del lado de la persona que hizo lo malo, a mí no me gustaría nunca pasar por una cosa así, yo nunca encubriría algo así, por más que yo la quiera a la persona, no encubriría algo así… Si él lo hizo, tendrá que hacerse cargo”.