Le harán una reautopsia al cuerpo del empresario asesinado en Caballito

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Los restos de Roberto Fernández Montes, el empresario de la construcción asesinado en Caballito, llegarán en las próximas horas a la morgue judicial de Capital Federal para que los expertos del Cuerpo Médico Forense (CMF) los sometan a una nueva autopsia, informaron fuentes judiciales.

Por orden del juez de instrucción a cargo de la causa, Hernán Martín López, el cuerpo calcinado será remitido entre hoy y mañana desde la morgue de La Plata, donde está desde que fue encontrado en la localidad bonaerense de Cañuelas, a la morgue de la calle Viamonte 2151, de la Capital Federal.

El magistrado todavía no entregó el cuerpo a la familia porque quiere ver si los médicos y antropólogos del CMF logran sacar alguna conclusión distinta que las de los forenses de la Policía Científica bonaerense que hicieron la primera autopsia realizada en La Plata cuando estaba registrado como NN y no se sabía que era el empresario de Caballito.

Como el cadáver estaba completamente carbonizado, los médicos legistas bonaerense no pudieron determinar la causa de la muerte, ya que no detectaron, en los pocos tejidos que quedaron para analizar, si la víctima presentaba algún tipo de herida provocada por golpes, arma blanca o arma de fuego.

El juez López recibió un primer informe de los peritos de provincia y a partir de eso tiene la hipótesis de que el cadáver fue hallado seccionado en dos partes –cadera y piernas estaban sobre un camino de tierra y el torso a unos metros en pastizales quemados-, no porque fuera descuartizado sino por el fuego y la acción de animales.

“El cuerpo no fue descuartizado por los asesinos. La cara y los pies son las partes que menos daño sufrieron por el fuego, lo cual demuestra que el foco ígneo lo pusieron por debajo del cadáver y que la quemazón fue del centro hacia las puntas”, explicó un investigador judicial.

“El sector que más poder calórico tuvo -continuó la misma fuente- fue el de la cadera donde se produjo la separación del cuerpo seguramente por el tironeo de algún perro u otro animal”.

Detectives de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) continuaban hoy realizando tareas de inteligencia y siguiendo distintas pistas que llegaron al Juzgado de Instrucción 6 para localizar y detener al único prófugo que tiene la causa, el carnicero de nacionalidad paraguaya Pedro Ramón Fernández Torres (50).

Para el juez López, Fernández Torres es autor material del crimen y el hombre que quedó grabado por las cámaras de seguridad del edificio de la víctima junto a otro de los imputados, el yerno del empresario, Santiago Corona (34), presunto autor intelectual.

La principal hipótesis del juez es que el móvil del crimen estuvo ligado a que Corona quería evitar que la víctima lo denunciara porque había descubierto que lo había estafado en más de un millón de pesos mientras trabajaba para él.

El magistrado debe definir en los próximos días la situación procesal de Corona -ya comprometido por varios elementos- y la del otro detenido, el mecánico César Ricardo Arce López (43), quien podría ser liberado por falta de pruebas.

Fernández Montes, nacido en España, era el dueño de la empresa “Mini Vial”, dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción, y residía con una de sus hijas en un edificio situado en la calle Juan F. Aranguren 36, de Caballito.

La última vez que el empresario fue visto con vida fue el sábado último, cuando salió de dicho edificio para ir a su trabajo a las 8.42 y regresó a las 12.09, de acuerdo a lo que registraron las cámaras de seguridad del inmueble.

La clave para esclarecer el caso estuvo en las cámaras de seguridad del edificio, que fueron revisadas y aportadas a los investigadores por la propia hija menor de la víctima.

Allí se observa cómo el presunto asesino, que ahora fue identificado como el carnicero prófugo, ingresó al edificio a las 9.04 con el control remoto del portón del garaje y esperó tres horas la llegada de Fernández Montes para, según la hipótesis del juez, asesinarlo.

El yerno, Corona, fue captado por las cámaras ingresando al edificio a las 12.54 y a las 13.45 se ve a los dos sospechosos bajando del ascensor con el cadáver del empresario embalado en un cubrecamas ensangrentado y, una vez en la cochera del edificio, lo cargaron en el baúl del auto que usaba la víctima, un Suzuki Fun negro, con el que escaparon del lugar.

El auto apareció incendiado en el cruce de la avenida Huergo y la calle Paula Albarracín, del barrio 9 de Abril, mientras que el cadáver calcinado fue hallado al día siguiente en Cañuelas.

En el auto de Corona, un Citroën C4, se hallaron 20.000 dólares en una bolsa de cápsulas de café que la víctima escondía en el motor del jacuzzi de la casa.

Su esposa e hija mayor de la víctima, Natalia Fernández Montes, lo comprometió al declarar que el día del crimen llegó a la casa alrededor de las 14.30 y tiró a la basura su calzado y se puso a lavar la ropa que llevaba puesta.