El ex agente de la Policía Metropolitano, Ricardo Ayala, procesado por tentativa de homicidio de un joven en un conventillo del barrio La Boca, en noviembre de 2015, fue excarcelado luego de permanecer un año detenido sin que la causa pasara a juicio oral, informaron fuentes judiciales.
La decisión fue tomada por los integrantes de la Sala VI de la Cámara Nacional en lo Criminal, quienes decidieron conceder ese beneficio al evaluar que la demora del trámite judicial fue por cuestiones ajenas al procesado, y le redujeron la fianza que se le había impuesto originalmente en 300.000 pesos a una fianza de 100.000 pesos.
Ayala, de 21 años, cumple una prisión preventiva en el Complejo Penitenciario Federal 2 de Marcos Paz, por disposición de la Cámara Nacional de Casación Penal, desde fines de diciembre de 2015, semanas después de haber herido de tres balazos a Lucas Nahuel Cabello.
Por este hecho Ayala fue procesado por el presunto delito de “homicidio en grado de tentativa, agravado por su condición de ser miembro de una fuerza de seguridad, con exceso en ejercicio de legítima defensa”.
El hecho que se le imputó ocurrió alrededor de las 15.45 del 9 de noviembre de ese año, en Martín Rodríguez 559 de La Boca, en un hotel familiar para personas en situación de calle, donde el policía estaba como consigna debido a una causa por amenazas entre dos vecinas en un inmueble adyacente.
En dicha oportunidad, la víctima intercambió algunas palabras con el policía al ingresar a la vivienda, donde le recriminó que lo miraba “desafiante”.
El efectivo manifestó cuando fue detenido que disparó contra Cabello al intervenir en una presunta agresión a una vecina, que lo hizo “según los protocolos” de la fuerza y que, además, pensó que el joven estaba armado, lo que fue descartado por la Justicia.
Según el informe judicial, el ex policía “efectuó tres disparos de manera imprudente, con su arma reglamentaria (una Pietro Beretta Storm, 9 milímetros) contra el cuerpo” de Cabello, “excediéndose en los límites impuestos por la ley, ante una agresión” del joven.
En mayo del año pasado, la fiscal Susana Calleja y el titular de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), Miguel Palazzani, solicitaron al juez Osvaldo Rappa la elevación a juicio oral de la causa al considerar que las heridas sufridas por Cabello, como consecuencia de los proyectiles, “pusieron en riesgo su vida y le provocaron severísimas lesiones”; como la extirpación de un testículo y la fractura con estallido de las vértebras cervicales.
Ahora, los camaristas Julio Lucini y Rodolfo Pociello Argerich consideraron que “pasaron más de siete meses desde que se estimó completa la instrucción, sin que se produzca desde allí hasta la actualidad alguna medida probatoria”.
Para los integrantes de la Sala VI el tiempo que se prolongó la prisión preventiva de Ayala se debe a “un deficiente funcionamiento de la justicia penal”.
Agregaron que “la detención preventiva debe decretarse por el tiempo estrictamente necesario para cumplir su fin en el proceso, lo que implica una revisión periódica de los elementos que dieron lugar a su procedencia”, ya que “su sostenimiento por un plazo irrazonable equivale a adelantar la pena”.
En estos casos, “el encierro puede producir un daño irreparable”, remarcaron los camaristas.