Un comisario de la Policía Metropolitana impidió el robo de una moto en el barrio porteño de Barracas al tirotearse con dos delincuentes que escaparon del lugar, pero un adolescente que ingresó baleado al Hospital Penna quedó demorado ante la sospecha de que es uno de los asaltantes herido por el jefe policial.

Fuentes policiales aseguraron que el hecho ocurrió alrededor de las 22 de anoche en el cruce de la avenida Ramón Carrillo y la calle Brandsen, a metros del hospital neuropsiquiátrico Borda.

Un comisario de la División Antidrogas Urbanas de la Metropolitana circulaba con su camioneta particular cuando observó que dos motochorros abordaron con fines de robo a un motociclista al que le querían robar el vehículo.

Según las fuentes, desde el interior de su camioneta, el comisario se identificó como policía, dio la voz de alto y efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria cuando advirtió que le apuntaba el delincuente que había bajado armado de la moto de su cómplice.

El comisario contó que el asaltante cayó aparentemente herido, pero se reincorporó, se montó en la moto y huyó con su cómplice, mientras que el damnificado del asalto, también escapó a toda velocidad asustado por la situación y aún no pudo ser identificado ni localizado.

Al lugar arribó personal de la Comuna 4 de la Policía Metropolitana que, a los pocos minutos, fue informado respecto a que un adolescente de 16 años de similares características físicas a las descriptas por el comisario, había entrado a la guardia del Hospital Penna herido de un balazo en una pantorrilla.

El chico tiene domicilio en la Villa 21-24, y quedó bajo custodia policial por decisión de la justicia de menores que interviene en la causa.