Eran policías traficaban a México y fueron condenados, tras tarea de la Aduana

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Foto Clarín - archivo

El Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 1, integrado por los Dres. Pellet Lastra, Pisarenco y Losada, dispuso la condena de César Cornejo Miranda a la pena de 12 años de prisión, a Matías Faubel a la pena de 9 años de prisión y de Maximiliano Larre a la pena de 5 años y 6 meses de prisión.

La investigación fue iniciada por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, quien a instancias del personal de la Gendarmería ordenó la formación de una causa en una pesquisa contra miembros de la Policía Federal, los cuales en sus conversaciones telefónicas aludían a que “Matute” les había traído personas de Jalisco que estarían vinculadas al Chapo Guzmán.

A partir de esto, con la participación activa de la AFIP, a través de la Aduana, quien además se presentó como querellante en la causa, se ordenaron allanamientos y se secuestró documentación que permitió determinar que ya habían sido extraídos por una exportación de la empresa Proyectos Horizontes S.A. dos transformadores trifásicos con destino al Puerto Progreso, Estado De Mérida, México.

Con esta prueba, puesta en conocimiento de la Jueza, dio aviso a su par de México, donde finalmente se requisaron los dos transformadores y en su interior había un total de 2360 litros de ácido sulfúrico diluido que contenía 139 kilos de cocaína, 178 kilos de alcaloides de la hoja de coca y 540 kilos de sustancias que son producto de la desnaturalización de la cocaína.

El Caso 

El operativo fue desarrollado en mayo del 2014 cuando los gendarmes detuvieron a los policías a instancia de una investigación de la Aduana y en ese entonces el juez federal de San Isidro Daniel Gutiérrez, que subrogaba a la jueza Arroyo Salgado

El magistrado, ordenó trabar embargos por la suma de 50 millones de pesos contra los efectivos detenidos. El juez sostuvo que los tres eran “responsables del apoyo logístico y cobertura que se brindaba a una organización trasnacional dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes”.

Sostuvo que “se presentaban como facilitadores para la exportación de mercadería inespecífica” (como la cocaína líquida hallada en México), la cual saldría desde los puertos de Rosario, Campana o Buenos Aires hacia Amsterdam y/o Rotterdam, en los Países Bajos.

También se encontraron en su poder 54 armas, entre ellas ametralladoras, una escopeta Ithaca y una pistola bañada en oro, “sólo vista en poder de dictadores o narcotraficantes que las ostentan al igual que su poder de facto (Muamar el Gadafi y el Chapo Guzmán)”, precisa el fallo.