Los dos jóvenes tuiteros detenidos luego de proferir mensajes contra Argentina y el presidente Mauricio Macri a través de esa red social comparecían hoy en los tribunales federales para declarar como imputados de amenazas.

Se trata de Miguel De Paola y Walter Joel Ovejero, tío y sobrino, respectivamente, y ambos de 21 años, quienes esta tarde aún permanecían en la alcaidía de los tribunales federales de Comodoro Py 2002 a la espera de ser trasladados ante la juez federal María Servini de Cubria.

Ambos muchachos fueron arrestados el sábado en una vivienda del barrio porteño de Chacarita y quedaron acusados por “intimidación pública” por haber enviando tuits en los que señalaban de blancos de ataques terroristas al presidente Macri, la línea “B” de subte, y el shopping Abasto.

Los jóvenes difundieron durante todo el viernes sus mensajes amenazantes bajo el hashtag “Pray for Argentina”, oren por Argentina en inglés, y daban datos sobre la supuesta facilidad que podrían encontrar grupos terroristas para atacar distintos objetivos en la ciudad.

Roberto Damboriana, abogado de uno de los jóvenes detenidos por difundir en la red social Twitter “mensajes amenazantes” que advertían sobre la posibilidad de ataques terroristas en la Capital Federal, aseguró esta mañana que su cliente “no ha escrito” esos avisos intimidatorios.

“No ha escritro los tuits él… No ha abierto la cuenta, no ha sido desde la computadora de mi asistido”, señaló Damboriana respecto a Walter Ovejero, quien el sábado fue arrestado en el barrio porteño de Chacarita junto a Miguel De Paola.

En diálogo con radio Belgrano, el letrado añadió: “La familia de Walter dijo que él no escribió ningún tuit, ni que tampoco ha participado de ninguna maniobra de intimidación, porque no ha realizado los escritos en esos hechos”.

“Creo que la figura de intimidación pública le queda grande a esta causa”, destacó Damboriana, quien manifestó que su cliente “estaba trabajando” en el momento que se escribieron esos mensajes.

Según el abogado, “están las cámaras de seguridad del negocio” donde trabaja Ovejero, para comprobar que el joven estaba en ese lugar y no escribiendo las amenazas.