“En marzo del año pasado, mi hija y mi sobrina, de 14 y 15 años, pidieron hablar conmigo para contarme algo importante. Ocurrió luego de un conflicto familiar con esta misma persona como protagonista de una situación violenta. Las chicas pudieron contar lo que habían sufrido. Por miedo nunca lo habían expresado. Este tipo las había amenazado”, cuenta Miriam, en el primer párrafo de un relato escalofriante que salió a la luz tras una polémica decisión de la Justicia de Morón.
Tras esa confesión, las denuncias y las pericias. “La causa recayó en la Fiscalía 10 de Morón. Primero nos dijeron que no podían tomar medidas porque había que esperar las pericias. Cuando todo eso se hizo, dijeron que había que hacer las pericias al violador. Luego, que el expediente pasaría a otro juzgado porque al momento de los hechos el violador era menor. Fue pasando el tiempo, yo iba cada dos semanas a preguntar. Hace unos días fui y me dijeron que la causa estaba cerrada y, el violador, absuelto”, agrega la mujer, en una entrevista con Diario Popular.
A esta altura, es un caso cerrado. Porque el fiscal argumentó que “era muy joven cuando cometió los abusos, y ahora tiene trabajo, formó una familia y anda por el buen camino”. En otras palabras, la Justicia entiende que ahora es “buena persona”. Y lo liberó de culpa y cargo.
Cuando el abusador tenía 15 años, sus tres víctimas tenían 3, 6 y 7. Todo empezó durante una visita familiar a la casa de una abuela en común, ya que son primos. En ese encuentro familiar, las engañó, amenazó y violó.
Miriam, la mamá de dos de las chicas que fueron abusadas y tía de la tercera, lucha para que se haga justicia. Después de la confesión, las adolescentes ya no tenían más dudas: “Lo queremos preso”, dijeron.
En marzo de 2015, las tres chicas, ya adolescentes, se sometieron a pericias psicológicas y médicas. Pero la semana pasada las víctimas fueron informadas que el expediente quedó anulado porque “el violador era muy joven cuando cometió los abusos, y ahora tiene trabajo, formó una familia y anda por el buen camino”.
“Eso fue lo que me dijo el fiscal de Morón, de la UFI 10, cuando fui la semana pasada y me comunicó que ya no seguiría la causa. Desde marzo del año pasado que estamos peleando por justicia. Esta persona violó a tres nenas, mis dos hijas de 6 y 3 años, y una sobrina de 7. Recién pudieron contarlo el año pasado, las dos más grandes, que ya tienen 14 y 15 años. Estoy en estado de conmoción, es muy injusto”, dice Miriam.
