El fiscal federal de La Plata Marcelo Molina pidió ayer penas de entre 5 y 7 años de prisión para cinco de los acusados en el juicio oral por el operativo antinarco “Luis XV” –realizado en la Semana Santa de 2012– y por un decomiso de droga de 400 kilos ocurrido un año antes en un velero de nombre Traful. Pero esa no fue la noticia del día.
Lo verdaderamente impactante fue que Molina denunció en su alegato graves irregularidades en la investigación del caso y por eso solicitó la absolución de los otros 16 acusados. Entre ellos, la colombiana María Claudia de la Misericordia Gómez Martínez, viuda del narco Juan Carlos Ortíz Escobar (alias “Cuchilla”).
La mujer llegó al juicio acusada de ser una de las financistas de la banda narco a la que se le secuestraron 253 kilos de cocaína que iban a viajar a Europa escondidos en muebles de estilo (de allí el nombre del operativo).
En el expediente, Gómez Martínez era uno de los nexos de la investigación con otra tanda de acusados, que esperan el juicio oral pero por lavado de dinero. La inmensa mayoría de ellos son familiares o pertenecen al entorno de Ignacio Alvarez Meyendorff, capo narco colombiano extraditado de la Argentina por pedido de Estados Unidos. Por eso la semana pasada la Unidad de Información Financiera (UIF), como querellante, pidió 21 años de prisión para ella.
