Trapitos, más controles en estadios y recitales, mira los videos

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Fuente Clarín

El traspaso de la Policía Federal al Gobierno porteño está empezando a ofrecer algunos resultados concretos. La Justicia y el Ejecutivo de la Ciudad empezaron a realizar operativos contra los cuidacoches en los alrededores de los estadios deportivos y eventos masivos, con la presencia de los agentes policiales. En sólo dos semanas ya hicieron 300 actas contra los trapitos y también multaron y se llevaron con la grúa a los autos mal estacionados.

 

Los primeros operativos se hicieron en los alrededores la cancha de Boca el domingo 14 de febrero. Allí, la Fiscalía General de la Ciudad hizo más de 100 actas contravencionales contra cuidacoches, más otras por venta de alimentos y bebidas alcohólicas sin autorización. También detuvieron a cuatro hombres, uno por resistencia a la autoridad, otro por tenencia de drogas y dos porque tenían pedidos de captura.

Paralelamente, la Secretaría de Transporte de la Ciudad, acompañada por policías de la Federal y la Metropolitana, fue con inspectores y grúas a los alrededores del Lawn Tennis de Palermo cuando se disputó el torneo ATP de Buenos Aires. Labraron 463 multas por mal estacionamiento y se llevaron 11 vehículos que, por ejemplo, estaban subidos a las veredas o los canteros.

El jueves 18, en los alrededores de River, la Fiscalía labró otras 120 actas, y el último fin de semana hicieron 51 cerca de La Bombonera y de la cancha de San Lorenzo. Además, el sábado hicieron 40 infracciones por mal estacionamiento y 27 actas contra trapitos en Figueroa Alcorta y La Pampa, por el Personal Fest.

“La presencia policial nos permite realizar estos operativos con más continuidad. A los trapitos les secuestramos el dinero y los celulares, porque en general operan en organizaciones. Vamos a citar a los dueños de los autos para que cuenten si les exigieron dinero o no”, explicó el Fiscal General Adjunto de la Ciudad, Luis Cevasco. En tanto, el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez, agregó que “el trabajo para ordenar el tránsito se basa en educación, infraestructura y controles todo el año, que reforzamos con operativos especiales en eventos masivos”.

La idea de los operativos no sólo es abrirles causas contravencionales a los cuidacoches sino también evitar que vuelvan a los estadios. De hecho, en la Fiscalía comentaron que el último fin de semana ya notaron una baja en la cantidad de trapitos entre un partido y otro.

Luego viene la etapa de las sanciones. Y aquí es cuando aparece el recurrente problema con esta actividad: el artículo N° 79 del Código de Contravenciones establece multas de $ 200 a $ 400 y uno o dos días de trabajos de utilidad pública para quien “exige retribución” por cuidar autos. El tema es que resulta difícil de probar que haya existido esa exigencia y no que el dueño del auto le haya dado voluntariamente el dinero. Por eso casi ninguna causa termina con condenas, que además son muy bajas.

Es por esta traba que en la Justicia piden que la actividad de los trapitos directamente sea prohibida en toda la ciudad. El macrismo intentó hacerlo en cuatro oportunidades desde 2008, pero nunca consiguió los votos que le faltaban de parte de la oposición. Tampoco cuando el año pasado propusieron prohibir a los cuidacoches sólo en los alrededores de los estadios.

Pero el caso del joven brutalmente agredido por un trapito en San Martín reavivó la polémica. Y ahora el macrismo volverá a la carga: el propio jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta confirmó que intentarán por quinta vez conseguir la ley. Para ello se necesitan 31 votos y el PRO tiene 28, pero podría alcanzar los restantes si logra algún tipo de acuerdo con el resto de los partidos que a nivel nacional integran Cambiemos.

La avanzada contra los trapitos es parte de la idea de ordenar el espacio público en Buenos Aires. La Fiscalía y el Ejecutivo también vienen trabajando contra los manteros, con operativos que incluyeron desde desalojos en Acoyte y Rivadavia hasta allanamientos en 26 depósitos clandestinos desde donde se abastecía la venta ilegal en la avenida Avellaneda.