Guerra narco en la Villa 31: secuestran un arsenal con 232 balas

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El secuestro de un arsenal en un container advierte que la guerra narco en la villa 31 de Retiro está lejos de terminarse. En un operativo realizado por personal de la Comisaría 46 de la Policía Federal encontraron una gran cantidad de municiones y armas de fuego.

Fuentes policiales indicaron que secuestraron dos escopetas, un revólver, dos pistolas, 232 balas y 71 cartuchos (21 de FAL), y detuvieron a dos personas: un argentino de 45 años y un peruano de 24.

En las últimas semanas la guerra por el control del negocio narco se cobró cinco vidas. Tres bandas se pelean a sangre y fuego, una de ellas comandada por Alionzo Rutillo Ramos Mariños, un legendario narco peruano -ex Sendero Luminoso- que manejaría el negocio en las sombras.

En el sector de la villa comprendido por las manzanas 99, 105, 107 y 102 de la Villa 31 bis, a pocos metros de “La Casa del Pueblo” y la Plaza de Los Lápices, el dominio es de “Los Sampedreanos”, un grupo de paraguayos que responden a las órdenes de “Tarzán” Fouz Acosta, actualmente preso.

En ese territorio, las diferencias se dirimen a los tiros en el Playón Este. Allí los dealers son custodiados por hombres armados, atentos a los alertas enviados por los satélites que vigilan los puntos de entrada a la villa.

Los investigadores sospechan que los enfrentamientos tienen que ver con el creciente poder que adquirió Fouz Acosta, en contraposición al que perdió el peruano Alionzo Rutilo Ramos Mariños, alias “Ruti”.

La hipótesis más fuerte sería que el regreso de “Ruti” responde a la necesidad de reasumir el control del territorio. Sin embargo, aún los investigadores no tienen pruebas de la relación de él con los crímenes.

En el medio de las dos bandas criminales, se mueven los hombres de César Morán de La Cruz, más conocido como “el Loco César”, otro peruano señalado como el capo más sanguinario de los tres. Está preso desde 2011, pero sospechan que maneja su facción desde la cárcel de Devoto.