Seis días de incertidumbre: ¿dónde están los prófugos más buscados del país?

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La ruta de los prófugos es difusa. Desde que el domingo pasado escaparon de la cárcel de máxima seguridad de General Alvear corrieron un sin fin de versiones, algunas falsas y muchas otras dudosas. Lo cierto es que pasaron seis días desde la escandolosa fuga y la pista más firme está en la zona sur del Conurbano.

En concreto: los investigadores del caso están convencidos de que la ex suegra de Martín Lanatta no miente al decir que su ex yerno la visitó dos veces desde que escapó. Lo preocupante es que los detectives no montaron guardia en un objetivo cantado.

Cuando un preso se escapa de un penal uno de los primeros pasos es indagar en el listado de visitas frecuentes. Se supone que un evadido irá en busca de ayuda en algún momento. Pero en este caso la lógica fallo. Porque tampoco tomaron monitorearon la casa del amigo de Schillaci apodado “El Farón” y único detenido hasta el momento acusado de encubrir a los evadidos.

Los prófugos llegaron hasta su casa en Quilmes en busca de dinero y armas. Esa fue la primera pista concreta de los hermanos Lanatta y Schilacci, a la que se llegó luego de intervenir un teléfonos celular.

Si bien el ministro de seguridad bonaerense Cristian Ritondo aseveró -sin margen de error- que los prófugos fueron los que dispararon contra los dos efectivos que estaban apostados en un control de la ruta 20, a la altura de Ranchos, distintas fuentes aseguran que no existen indicios fehacientes que permitan sostener esta hipótesis, más que por la violencia desmedida y el tipo de vehículo que utilizaron.

Ni el fiscal que investiga el caso se animó a seguir esa línea, y solo se limitó a detallar el tipo de armas que utilizaron y los distintos elementos que secuestraron en el lugar. De hecho la filmación del ataque no sirve para identificar a los tiradores.       
 
Un viejo investigador policial sugirió a este portal como hipótesis que “los evadidos hayan montado el ataque contra los policías con otros hombres para concentrar la atención de toda la policía en la zona, mientras ellos se movían con mayor tranquilidad en otra”. Lo que se dice una puesta en escena para despitar.  No sería descabellado.

Así podría entenderse por qué los investigadores se apresuraron a aseverar que los tenían cercados y localizados. Lo que en realidad creían era que estaban en la zona de Ranchos y que no habían podido salir del cerco policial que habían montado. Grave error.

La nueva visita a la ex suegra de Martín Lanatta confirma que siguen moviéndose por la zona de Quilmes y Berazategui. En las últimas horas volvieron a correr versiones sobre nuevos destinos. Que abandonaron la provincia. O que los vieron por la provincia La Rioja. Por ahora son solo eso: versiones. Lo cierto es que los prófugos siguen un paso adelante de los cientos de policías que los buscan para cerrar esta historia.