Mendoza: reanudan el operativo para rescatar el helicóptero

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Foto: Diario Uno.

El operativo de rescate del helicóptero, caído ayer en el embalse del dique mendocino Potrerillos, y de los cuerpos de sus ocupantes, se reanudó esta mañana, mientras se aguarda la llegada de un equipo integrado por especialistas desde Buenos Aires, con cámaras robóticas, informó el Ministerio de Seguridad provincial.

Las dos víctimas fatales, que tomaban ayer imágenes para un reality de MTV de Estados Unidos, sin autorización oficial para volar sobre el lago, son el piloto Carlos Alberto Zarlenga y el mecánico Luis Marcelo Barrera.

Sus cuerpos aún no fueron encontrados, ya que junto a los restos de la aeronave, se encuentran entre los 60 y 80 metros de profundidad.

El accidente se produjo cuando el helicóptero se estrelló y explotó antes de hundirse.

Carlos Zarlenga tenía 68 años y estudió en la Escuela Nacional de Aviación Civil, estaba retirado de la Fuerza Aérea Argentina y vivía en Vicente López, en la provincia de Buenos Aires.

Zarlenga piloteaba el helicóptero Bell 206, identificado con las siglas LVFO-206 de color celeste y blanco, de origen canadiense y en muy buen estado, según los especialistas.

Con respeto al mecánico Barrera, hasta el momento sólo se conoce que también era oriundo de Buenos Aires.

Respecto a la dificultad del rescate de los restos, desde el ministerio de Seguridad de esa provincia informaron que se encuentran a 60 metros de profundidad y eso dificultará las tareas.

“Será muy difícil rescatarlos”, ya que no se cuenta con el equipamiento técnico para llegar a los 60 metros de profundidad, reportó Seguridad.

Los buzos que trabajan en la zona habrían llegado hasta los 40 metros de profundidad, donde pudieron individualizar restos de la máquina siniestrada.

No obstante, Seguridad no cuenta con el equipo técnico adecuado para llegar a los 60 metros de profundidad, ya que los buzos tienen equipos con aire comprimido cuyo alcance no puede superar los 60 0 65 metros.

A los 70 metros de profundidad, la compresión del oxígeno es muy elevada, lo que provoca que éste se vuelva más tóxico para las células del organismo, lo que pone en riesgo la salud de los buzos.