Emelinda Quijón resolvió terminar con su vida antes de que el juez Ricardo Calcagno la convocara a prestar declaración indagatoria. La mujer de 61 años había sido imputada por el fiscal Eduardo Fernández por el homicidio de su exmarido Cipriano Alsina.
El crimen de Alsina ocurrió la madrugada del 13 de diciembre pasado, en su habitación del departamento 59 del edificio 5, en el barrio Ada María Elflein. Dos semanas después, Emelinda fue hallada muerta en el mismo domicilio. Tenía un disparo de arma de fuego, según estableció la autopsia.
La mujer dejó una carta de despedida que analiza por estas horas el gabinete de Criminalística de la comisaría 28. Allí explicó los motivos de su decisión. “Es el final de la historia”, resumió ayer una alta fuente judicial.
Emelinda se quitó la vida en el departamento donde convivió en el último tiempo con su exmarido. Se habían separado hacía doce años y si bien compartían el mismo domicilio, cada uno tenía su propia vida. Las fuentes comentaron que Alsina regresó a Bariloche tiempo atrás y decidió vivir en el departamento. Emelinda no estaba de acuerdo y se profundizaron las diferencias.
