El teléfono celular de Miguel Angel Gómez se convirtió en una pista clave en la investigación del homicidio de este abogado platense de 66 años, cuyo cuerpo fue encontrado el lunes pasado en el asiento trasero de su auto, con las manos atadas, una bolsa en la cabeza, golpes, varias puñaladas y rastros de quemaduras.
Las fuentes se vuelven herméticas a la hora de hablar de lo que encontraron en el teléfono, publica el diario El Día de La Plata. Se limitan a decir que “todo está bajo análisis”, aunque admiten que quedaron registradas varias llamadas entrantes y salientes en las horas previas al homicidio.
Lo que trascendió ayer es que la víctima tenía “irritaciones en la piel compatibles con quemaduras”, posiblemente provocadas con agua caliente. ¿Lo torturaron? Es una de las hipótesis que se investigan y cobró mucha fuerza en las últimas horas, lo que afianza la sospecha de que a Gómez lo retuvieron y mataron en otro sitio.
El crimen se descubrió alrededor de las 8 de la mañana del lunes, cuando alguien denunció al 911 que un auto Volkswagen Gol Trend de color gris estaba obstaculizando el paso en 143 y 511.
A simple vista, los peritos detectaron golpes en la cabeza y cortes en la espalda, el cráneo y la cara
Lo último que se sabe de Gómez es que salió de su casa a las 22 del domingo, sin decirle a su pareja a dónde iba ni si planeaba encontrarse con alguien. El informe preliminar de autopsia ubicó la hora de la muerte entre la medianoche y las 2 de la mañana del lunes.
La fiscal en turno, Virginia Bravo, caratuló el caso como “homicidio” y ordenó tomar distintos testimonios para esclarecerlo. Por ahora, todo el caso tiene ribetes misteriosos, porque no hay respuesta a las preguntas básicas: ¿Quién? ¿dónde? ¿cómo? y ¿por qué?
