Maria Marta: un informe apunta a Carrascosa y Pachelo

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Un nuevo informe criminalístico indica, a 13 años del crimen, que el asesino de María Marta Gracía Belsunce fue un hombre que conocía a ella y al country Carmel de Pilar, que la mató por motivos personales o económicos y que pudo ser cualquiera de los dos sospechosos de siempre: Carlos Carrascosa en un crimen por encargo, o el vecino Nicolás Pachelo en un arrebato psicopático.

Se trata de un informe que los actuales fiscales de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez, le encomendaron a dos expertas en criminología y análisis del comportamiento de la Delegación Mar del Plata de la Policía Científica.

Los fiscales les encargaron que tracen el perfil de el o los asesinos y descubran el posible móvil de este crimen del que hoy se cumplen 13 años y sólo faltan dos para que prescriba la causa. El estudio -al que accedió Télam-, fue elaborado por las licenciadas Liliana Patricia Rodríguez y María Eugenia Cariac , tiene 43 páginas y ya fue incorporado a la causa.

Tras repasar los 38 cuerpos del expediente (7.600 fojas), las especialistas señalan que el autor del homicidio de María Marta conocía “el lugar y los movimientos de la víctima” y que el hecho de llevar un arma de fuego “sugiere planificación” y “determinación homicida”, algo característico de los “crímenes por encargo, pasionales, odio o venganza”.

Para las perfiladoras de la bonaerense, el criminal “actuó fríamente”, con “escenificación posterior” (colocar el cuerpo en la bañadera) y “las características de vulnerabilidad física y circunstanciales de la víctima y la modalidad tornan posible que se trate del accionar de una sola persona, en cuyo caso sería de sexo masculino”.

Según estas peritos, el asesino actuó con “impunidad” porque se sintió “seguro pese al contexto que implica sistemas de seguridad, barrio cerrado y posible arribo de terceros”. Las licenciadas creen que “no se trataría del accionar de un experto (experiencia homicida), aunque probablemente sí posea experiencia delictiva y/o una personalidad transgresora”.

Para Rodríguez y Cariac, la posibilidad del “homicidio en ocasión o contexto de robo, ha quedado desestimada” y “cobran relevancia en cambio las hipótesis que sugieren interés centrado en la víctima, pudiendo darse las variables del crimen por motivos subyacentes del tipo económico y/o vincular, o bien, derivado del accionar de una persona con rasgos psicopáticos y narcisistas (vindicativo)”.

Para las investigadoras de Policía Científica los sospechosos son los mismos de siempre: por un lado, el viudo Carrascosa, quien está sentenciado a prisión perpetua como autor del homicidio pero logró que la Corte Suprema ordene una revisión de su condena, y por el otro, el vecino Pachelo, apuntado desde siempre por la familia García Belsunce, pero quien sólo fue un testigo y nunca imputado.

Al abordar la “Línea Pachelo”, destacan que el sospechoso fue “visto en proximidad al LDH (lugar del hecho) en horario próximo al homicidio”, al precisar que “estuvo en el country entre las 17.35 y 19 horas”.
Las expertas observan “un relato con detalles superabundantes de las actividades previas (partido de fútbol) y posteriores (viaje a casa de su madre, compras, etc.), sin embargo, en contraposición, no ofrece detalles de lo realizado en la franja horaria del hecho”, ya que “sólo hace referencia a que se bañó y se cambió, actividad que no insumiría más de 20 minutos”.

Además, afirman que Pachelo “reúne todas las características de personalidad que poseería el autor material del crimen”, al destacar que sus rasgos psicopáticos y narcisistas “permiten inferir que ante un mínimo estimulo podría reaccionar desproporcionadamente, con lo cual no se requiere un gran motivo para el pasaje al acto”.

Sus conductas en los días subsiguientes (concurrir a la estación de servicio a leer los diarios, comentarios contradictorios realizados en relación al hecho, etc.) resultan asociables a la necesidad de control y defensa”, añaden las expertas.

Al pasar a la “línea Carrascosa”, las peritos aclaran que “la personalidad de Carrascosa no resultaría compatible con el perfil inferido del autor material del crimen, no obstante, reúne ciertas características como para ‘encargar’ la muerte y mantener a posteriori una inmutabilidad amparada entre otros factores, en la omnipotencia que le da su rol de víctima secundaria”.

Señalan que “hablar de un crimen por encargo implicaría que la autoría material fue concretada por un tercero” y en ese sentido “lo más factible sería que dicha persona sea alguien con quien Carrascosa tuviera oportunidad de trato personal, a quien le interesaría una remuneración económica”.

El informe resalta que el accionar del viudo “ha sido direccionado al encubrimiento de pruebas y a desviar con ello, la investigación hacia la línea del accidente”. Si bien el matrimonio tenía “una buena relación”, las perfiladoras aseguran que hecho de que María Marta “era muy reservada” y el “contexto social” hacen suponer que “habiendo problemas, los mismos no hubieren sido compartidos”.

Por último, destacan que a Carrascosa y María Marta también los unían “cuestiones y negocios económicos” y que allí podría haber “una conflictiva subyacente”. (Télam)