Los peritos que trabajaron en la casa del horror de Pilar, donde una pareja fue asesinada, descuartizada y calcinada por sus hijos, detectaron manchas de hemáticas en la habitación de la víctimas y hasta un goteo de sangre en el respaldo de la cama, según informaron fuentes judiciales a Online911.
Tanto el fiscal el fiscal general adjunto de San Isidro, Marcelo Vaiani, como personal de la Policía Científica recorrieron la propiedad de la calle Sarratea al 2700 hasta las cinco de la madrugada. Según los voceros la prueba de Luminol dio resultado positivo en distintos sectores de la propiedad.
Lo que se sospecha es que Ricardo Ignacio Klein (52) habría sido asesinado cuando dormía, según lo declarado por su hija Karen Daniela Klein (22), quien acusó por los homicidios a su novio y hermanastro Leandro Yamil Acosta (25).
La joven dijo que Leandro lo mató de un disparo en la cabeza, y luego atacó a Miriam Ester Kowalczuk (50) en el pasillo de la misma propiedad. A ella le habría efectuado dos tiros.
Las fuentes destacaron que en las últimas horas encontraron en un descampado al menos 16 bolsas con desechos calcinados y huesos que podrían ser humanos, y que serán peritados en las próximas horas.
Vaiani necesita saber con precisión si los restos hallados hasta el momento pertenecen a una o a las dos víctimas y si están en condiciones de ser sometidos a un análisis de ADN.
El doble homicidio se descubrió el domingo pasado a la madrugada, luego de que un hermano del hombre denunció que hacía varios días que no lo veía.
El hombre se dedicaba a recolectar cartones a gran escala y tenía organizado un circuito en el que le iba muy bien, al punto que había podido construir una casa de dos plantas, donde él vivía con su familia en una vivienda del fondo, mientras que alquilaba otra propiedad que tenía adelante y planeaba seguir expandiéndola.
La pareja vivía junto a sus hijos mellizos de 11 años y con los ahora imputados, Karen Klein, que era hija de él, y Leandro Acosta, que era hijo de ella, y que además de ser hermanastros eran pareja entre sí.
De acuerdo a la acusación, los dos sospechosos cometieron el doble crimen y luego denunciaron a las víctimas por “violencia familiar” como coartada para justificar ante los vecinos la ausencia de sus padres, quienes habían sido vistos con vida por última vez el 1 de septiembre pasado.
Para los investigadores, sólo se encontraron pocos restos humanos que pertenecerían a las víctimas porque los indicios apuntan a que los acusados descuartizaron los cadáveres y se deshicieron de las partes en los días previos al hallazgo.
En ese sentido, los vecinos de los Klein contaron a los pesquisas que el acusado Acosta encendió varias fogatas en el patio durante toda la semana y que les dijo que su madre y su padrastro habían abandonado la casa porque él los denunció por maltratar a los mellizos.