Mientras Eugenio Burzaco ya se encuentra en los Estados Unidos, colaborando con el FBI y en arresto domiciliario, por el escándalo conocido como FIFAGate, los Jinkis, Hugo y Mariano – padre e hijo- lograron un respiro luego que recibieron la notificación del juez Claudio Bonadio, quien decidió “la suspensión de la extradicción por el plazo de 30 días”.
La medida judicial se debió a que Bonadío consideró que sus pares de los Estados Unidos no dieron suficientes explicaciones para proceder a la apertura de la extradicción tal como lo establece el acuerdo firmado entre ambos países.
En el fallo, Bonadio señaló que: “Los delitos investigados y que se pretenden juzgar incluyen los delitos de extorsión, fraude electrónico y lavado de activos. Durante la investigación las autoridades estadounidenses obtuvieron evidencias de que Jinkis, ejecutivo de marketing deportivo, fue parte de una asociación ilícita con el objeto de pagar sobornos -que efectivamente se pagaron- y del pago de retornos a funcionarios de la FIFA con el propósito de obtener para sí y para otros ejecutivos de marketing deportivo el derecho comercial a competencias de fútbol, inclusive una competencia programada para llevarse a cabo en los Estados Unidos de América en 2016”.
Los Jinkis, de la empresa Full Play, y Burzaco están acusados de haber pagado sobornos a dirigentes del fútbol para quedarse con los derechos de transmisión televisiva de varios torneos internacionales de importancia. Hace menos un mes sumario una denuncia por lavado de dinero de la PROCELAC que consideró que para el pago de las coimas se usaron fondos públicos. También existe una causa, iniciada por la AFIP, en el Penal Económico.
El otro argentino ex CEO de Torneos, ya se encuentra con prisión domiciliaria en la ciudad de Nueva York, luego de un pago de fianza de 20 millones de dólares. Se especula que los abogados de Burzaco lograron un acuerdo con el FBI y estaría colaborando con las autoridades federales americanas.
Bonadio agregó “que este pedido de precisiones entonces, se refiere también a lo enunciado en las notas diplomática antedichas, que adolecen también de la genérica descripción”. Continúa: “que a los fines de una acabada comprensión por parte de las autoridades de los EEUU, es aclarar que para la legislación pena de la República Argentina para el concepto de sobornos (cohecho) se aplican (…) donde los delitos allí descriptos comprenden únicamente a funcionarios públicos o entidades de orden publico”.
Tras conocerse el fallo los abogados defensores pidieron que se levante la prisión domiciliaria y se otorgue la excarcelación. El pedido fue girado al fiscal Eduardo Taiano para que se exprese sobre el mismo. Una vez emitida la opinión del fiscal Bonadio estaría en condiciones de otorgar la libertad o no de los Jinkins.
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