Fiscal apela la prisión domiciliaria para los acusados del crimen del contador de Paraná

454

El fiscal que investiga el crimen del contador Gonzalo Calleja, cometido hace dos semanas en la ciudad entrerriana de Paraná, apeló hoy la prisión preventiva domiciliaria que el juez otorgó a los cuatro detenidos por el hecho y solicitó que sea efectiva en una unidad penal.

La apelación del fiscal Santiago Alfieri mantuvo los 45 días dictados por el juez de Garantías Ricardo Bonazzola, pero solicitó que se cumplan en la Unidad Penal 1 de Paraná.

Alfieri remarcó que existe el peligro de fuga, descartado por Bonazzola, y que se trata de una investigación “compleja” debido a “la duración del hecho, con privación de la libertad, sustracción de elementos de valor y por las circunstancias que produjeron la muerte”.

Si bien la pesquisa “está comenzando”, para el fiscal “tiene buen pronóstico” de que se confirme que se trata de un “homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado”.

De confirmarse esta hipótesis, los acusados Ezequiel David Morato, Alberto Enrique Osuna, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman pueden recibir una pena máxima de 25 años de prisión.

Por el momento, los cuatro imputados están alojados en la Unidad Penal 1 de la capital entrerriana hasta tanto se les proporcione un dispositivo de monitoreo electrónico que les permita estar controlados en sus domicilios.

Según la investigación, Calleja dejó de comunicarse con su familia la tarde del pasado miércoles 14 de julio, cuando fue capturado por las personas que finalmente lo mataron.

Alfieri recordó que el cuerpo fue hallado un día después de su desaparición, “entre forestación, despojado de sus elementos de valor, y a gran distancia de su auto”, un Ford Fiesta en el que se hallaron más de 9.500 dólares.

Además, la autopsia “concreta la existencia de asfixia en todos los órganos vitales” de Calleja, y un testigo “vio a Colman y Osuna metiendo a una persona encapuchada en un baúl de un Gol Trend blanco” idéntico al que posee Colman, y otro testigo los ve junto a Garay y Morato.

El fiscal agregó que entre los testimonios recabados la última semana se pudo determinar que la víctima “iba a cambiar 12.000 dólares y luego iba a hacer otra transacción en otra zona por 500 dólares”.

Por otro lado, el acusado Morato “dejó una riñonera con dinero en la casa de un amigo de su primo” que declaró en Tribunales y dijo que lo vio “muy nervioso” y que aquel le contó que “solo había sido el contacto y que ‘el pela’ se la había mandado”.

En tanto, esta semana se realizaron numerosos allanamientos en diferentes zonas de Paraná y de la localidad aledaña de Colonia Avellaneda, uno de ellos en una vivienda perteneciente a los suegros de un amigo de Morato.

Allí se secuestraron 2.600 dólares y 100.000 pesos escondidos en diferentes lugares, la riñonera, más de un kilo de cocaína, marihuana, dos revólveres calibre 38 y otro de 22 y municiones, lo que según el fiscal, Morato “le entregó el miércoles 14 a la noche”.

Además, el martes se halló el Fiat Uno azul de Morato, quien había afirmado que lo había vendido en la localidad de Crespo.

El vehículo “estaba en Paraná, con las llantas pintadas, sin las patentes, sin el polarizado, y con las cuatro cubiertas cambiadas” detalló hoy Alfieri, y remarcó que según testimonios, Morato dejó el rodado “el jueves a las 10 de la mañana, con gran nerviosismo”.

Por último, remarcó que el imputado Morato “posee 2.600 dólares y más, $100.000, un vehículo sin patente, y por eso hay riesgo de fuga”, además de que generó “el ocultamiento de su auto”.

Ante estos elementos, para el fiscal el arresto domiciliario “no es suficiente”, por lo que solicitó los 45 días de prisión preventiva en la Unidad Penal 1 de Paraná.

Mientras que los abogados querellantes, Iván Vernengo y Damián Petenatti, adhirieron al pedido y agregaron que también hay que tener en cuenta “la pena en expectativa” y que “aún no se encuentran elementos personales de Calleja, como su celular”.

A su vez, los abogados defensores solicitaron la inmediata libertad de sus defendidos, o en su caso la prisión domiciliaria, ya que consideraron que se tratan de “elementos subjetivos y testimonios” y “no pruebas” que los vinculen.

Finalmente, el juez Rafael Cotorruelo determinó un cuarto intermedio hasta mañana