Los últimos minutos de vida del repartidor muerto por un hombre que perseguía a un ladrón

636

“Leoncito, escúchame, doce y media paso a buscar dos empanadas de carne fritas cortada a cuchillo, ¿puede ser?” Mauro Varela (37) murió el miércoles pasado en la localidad bonaerense de Gerli, en el partido de Lanús, cuando fue embestido por otro auto que perseguía a un motochorro en contramano, secuencia que fue captada por una cámara de seguridad.

El segundo audio que recibió su amigo León y el último que envió por WhatsApp la víctima fue enviado minutos antes del fatal incidente. “¿Tenés amigo? Sino no pasa nada. Me hago un paty en casa. En serio te hablo. Si te complico me hago un paty. No te vuelvas loco amigo”, es la transcripción del mensaje, difundido por el programa “Sala de Situación” que se emite por “AM con Vos”.

Mauro era repartidor. Había trabajado desde temprano y estaba cansado. Cuando fue embestido estaba yendo a buscar esas dos empanadas que eran su almuerzo. Diez minutos antes de llegar lo atropellaron y mataron. Tenía una hija de 18 años y nada tenía que ver con el robo.

“Fue impactante el audio con las palabras de un inocente. Es un tema que no tiene manera de explicar francamente”, reconoció, en el programa que conduce Sebastián Domenech, Walter Giacomelli, el abogado de Luciano Rodríguez, detenido por este hecho que investiga a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 Descentralizada en Avellaneda.

El caso, que tomó enorme trascendencia mediática y provocó hasta una marcha de amigos y familiares de la víctima, ocurrió el miércoles pasado en Gerli.

Mauro fue atropellado cuando el imputado perseguía, junto a su novia, a un ladrón que le había robado su teléfono celular en Lanús. Circulaba a alta velocidad y de contramano.

León, el destinatario de los mensajes que se dieron a conocer y amigo de la víctima, contó que Mauro trabajaba “todo el día” como repartidor de mercadería comprada por internet.

Luciano Rodríguez, que está acusado por “homicidio culposo agravado”, fue indagado en las últimas horas y dijo que no sabía que iba de contramano.

El delito endilgado prevé una pena de 3 a 6 años de prisión a quien causare una muerte cuando “estuviese conduciendo en exceso de velocidad de más de treinta kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho (…), o violare la señalización del semáforo o las señales de tránsito que indican el sentido de circulación vehicular (…), o con culpa temeraria”. La jueza de Garantías Nº 10 de Lomas de Zamora, María del Carmen Moyo, deberá decidir si hace lugar a ese planteo.

Según le dijo Rodríguez a la fiscal, el delincuente le quitó su teléfono en la bajada del Puente Raúl Alfonsín y comenzó a perseguirlo por una zona que no conocía, por lo que no sabía si iba de contramano, tras lo cual chocó el auto de Peralta. Fuentes policiales y judiciales confirmaron que el motochorro continúa prófugo.