Un sacerdote considerado testigo clave en la causa que investiga los abusos que supuestamente cometió el cura Eduardo Lorenzo, ex capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y confesor del padre pedófilo Julio César Grassi, declara hoy en los tribunales de La Plata, según confirmaron fuentes judiciales.
Mario Peralta, un sacerdote que conoce a Lorenzo desde el SPB, brindará un testimonio que lo pone al cura contra las cuerdas.
Días atrás, Peralta brindó una nota al portal La Izquierda Diario y Pulso Noticias en la que detalló que “se sintió muy conmovido” cuando este año dos de las víctimas de Lorenzo, Diego Pérez y Julián Bartoli, hicieron públicas sus denuncias a través de varios portales periodísticos y canales de televisión. Además confesó haber llorado con sus relatos y señaló que quedó muy sorprendido de la claridad con la que Bartoli mostró la personalidad de Lorenzo: “Lo pinta tal cual es”, expresó.
Peralta afirmó que “estuvo muy cerca de Lorenzo durante la época en que Diego Pérez y sus padrinos hicieron la denuncia por abusos. Y de hecho en su declaración de 2008 explicó cómo era la relación del párroco con los adolescentes. Allí confirmó que Lorenzo organizaba reuniones selectas en la casa parroquial, con muchos jóvenes y pocos adultos, con comida y alcohol, y que algunos adolescentes se quedaban a dormir con el cura. También aseguró que en verano eso se repetía en una quinta de City Bell, alquilada por Lorenzo y donde varios adolescentes pasaban las noches”.
Por otra parte, en la declaración que brindó en 2008 en la denuncia canónica, el cura “manifestó las humillaciones y agravios que sufrían las mujeres que trabajaban con Lorenzo, incluso las amenazabas con echarlas del trabajo y que no iban a encontrar otro empleo”.