Envían a juicio a “El Madoff argentino” por la mayor estafa en la historia del país

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El empresario Enrique Blaksley Señorans, conocido como “El Madoff argentino”, y otros 16 imputados vinculados a la empresa Hope Funds SA, entre ellos algunos familiares suyos, fueron enviados a juicio oral en la causa por damnificar a unos 300 ahorristas en la que se considera la mayor estafa en la historia del país.

Fuentes judiciales informaron que la medida fue adoptada por la jueza federal María Servini, que rechazó los pedidos de sobreseimiento de cinco de los acusados y declaró parcialmente clausurada la instrucción del expediente.

En la resolución de 170 páginas, la magistrada consideró a Blaksley Señorans (54), actualmente detenido en la cárcel de Ezeiza, coautor del delito de estafa reiterada en al menos 318 oportunidades en concurso ideal con captación de ahorros del público no autorizada agravada por haber sido cometido mediante oferta pública.

A esto le sumaron cuatro hechos de lavado de activos de origen delictivo en concurso con ideal con asociación ilícita, agravado por su carácter de jefe, y dos hechos de insolvencia fraudulenta, es decir hacer desaparecer bienes de su patrimonio o disminuir su valor para evitar el cumplimiento de obligaciones.

El procesamiento también alcanzó al cuñado de Blaksley y gerente administrativo de Hope Funds, Federico Dolinkué (47); el encargado de formar las sociedades en el exterior, Alejandro Miguel Carozzino (38); y la gerente comercial, su cuñada Verónica Vega (44).

También quedaron en la misma situación Francisco (35), María Rita Blaksley (45) y Juan Pablo Blaksley (32), hermanos de Enrique, a quienes la jueza les atribuyó los mismos delitos, excepto el haberse desprendido de sus bienes, y los consideró miembros de la asociación ilícita, la igual que a la mayoría de los 16 imputados.

Según dio por acreditado Servini en la causa, “Blaksley, con la colaboración de Carozzino, Dolinkue y Vega montó una estructura empresarial compleja que se destinó tanto a la defraudación de privados, como del fisco nacional”.

“Esa organización se implementó de tal manera que también permitió la reinserción y puesta en circulación en el mercado financiero, dando apariencia de licitud al dinero mal habido”, sostuvo la jueza, y remarcó que “se creó una estructura por intermedio de la cual defraudó a un sinnúmero de personas por montos de dinero multimillonarios”.

Para la magistrada, Blaksley “con las sumas dinerarias confiadas, amplió aún más esa estructura, mediante la inversión en diferentes emprendimientos y la creación de nuevas sociedades, muchas de las cuales eran y son solo cáscaras, es decir, sociedades con nombre y capital social, pero sin funcionamiento alguno”.

En un principio, el titular de Hope Funds cumplió con el compromiso asumido en los contratos y de esa manera se ganó la confianza de sus clientes, quienes a su vez promocionaban a la empresa, sin saber lo que en verdad ocurría en ella y les acercaban nuevos interesados.

Así, se firmaban los mutuos en pesos y dólares, según adonde se dirigía la inversión, y se arreglaba un porcentaje de rédito, el cual debiera haber guardado relación con el destino del dinero, pero que muchas veces no lo hacía.

De esta manera, los recursos obtenidos se desviaron hacia otras vías, tales como negocios personales de los miembros del grupo Hope Funds, tanto dentro del ámbito nacional como del internacional.

De acuerdo con la pesquisa, la asociación ilícita, que operó entre 2007 y 2016, fue integrada por los ahora procesados, los cuales desde su rol aportaron para que se produzca el desfalco, y también por alrededor de 60 sociedades comerciales, muchas de ellas constituidas en Estados Unidos y Panamá.

Otro de los productos ofrecidos eran participaciones o construcciones futuras en emprendimientos urbanísticos como departamentos en Nordelta y el barrio privado Verazul de Pilar, que nunca se pudo construir.

Para lograr sus fines, Blaksley se mostraba como un hombre de negocios exitoso, accedió a encuentros con los papas Francisco y Benedicto XVI y organizó eventos deportivos como los partidos de tenis entre Roger Federer y Juan Martín del Potro y la visita del velocista Usain Bolt para correr contra el Metrobús.