Un femicida sería el delator del plan criminal del ex Cadillacs contra un fiscal

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El preso que reveló el plan que tenía el detenido ex saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs Ignacio “Naco Goldfinger” Pardo para asesinar al fiscal de San Isidro que lo había encarcelado, es un femicida condenado a prisión perpetua.

Fuentes del caso informaron a Online 911 que pese a que su nombre se reserva por estrictas razones de seguridad, el informante que originó la causa para desbaratar el plan para asesinar al fiscal Patricio Ferrari y los allanamientos de ayer, es interno un condenado el año pasado a perpetua por un “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio”.

Este hombre también denunció al ex Cadillacs porque cuando compartieron celda en la Unidad 48 de José León Suárez, Pardo lo quemó con agua hirviendo y extorsionaba a su familia para que le diera dinero a cambio de no sufrir represalias en el penal.

Por esta denuncia, el femicida fue trasladado a otro penal del conurbano que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Según lo revelado por este informante, Pardo “tenía una obsesión con Patricio Ferrari” porque “por su culpa estaba preso”.

El detenido contó en su declaración –a la que accedió Online 911-, que la celda 4 del pabellón de la Unidad 48 de José León Suárez donde Pardo está detenido era utilizada como “centro de encuentro de los chorros” y que el ex músico era “el jefe” y en ese lugar organizaba algunos delitos con cómplices externos.

El preso relató que en mayo pasado llegó a escuchar en una de esas charlas que el ex músico le pidió a Abel Osvaldo Díaz Rodríguez -detenido hoy como presunto partícipe del plan y por entonces compañero de celda próximo a ser liberado-, que cuando salga hiciera “tareas de inteligencia en torno al fiscal Patricio Ferrari”.

“Escuché que estaba contratando a dos sicarios peruanos al solo efecto de matar al fiscal Ferrari” y que “los escenarios posibles eran dos”, denunció el informante.

Sobre la primera opción para asesinar a Ferrari, el testigo contó que era “la zona norte del Gran Buenos Aires” donde Pardo reveló que podía contar con el apoyo logístico de dos amigos o empleados que tienen “un astillero en la calle Alvear 501 de San Fernando” que “usan como pantalla o lugar de encuentro de ellos”.

En esa charla, el testigo también escuchó a Pardo decir que “en esa zona era fácil hacer desaparecer el cuerpo, que podían mandarlo al fondo del río” y que “en el bajo hay zonas sin cámaras de seguridad”.

La otra posibilidad que, según el denunciante, barajaba Pardo era gracias a información que le había aportado su hermana que lo visitaba en el penal.

“Ella le había pasado información que Ferrari solía ir a Cariló y tenía un perro. Lo que decía Pardo era que si Ferrari salía solo a pasear el perro era un buen momento para atacarlo y aunque sea dejarlo cuadripléjico”, dijo el informante.

Tras una investigación del fiscal Ferrari, Pardo fue detenido el 7 de octubre de 2015 acusado de liderar la banda que el 24 de agosto de ese año capturó, golpeó y le robó más de 82.000 pesos a la contadora de la sucursal de la parrilla “La Dorita” de la zona del bajo de San Isidro, hecho por el que fue condenado a ocho años de prisión.

Al allanarle su celda en la Unidad 48, ayer le secuestraron cuatro teléfonos celulares que ahora serán peritados en búsqueda de evidencias que lo incriminen en el plan para atentar contra el fiscal.