El Gordo Valor quiere vivir de su propia historia: registró su marca, saca un libro y prepara una película

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Luis “el Gordo” Valor fue agasajado por su parentela como ese viejo familiar que regresa después de pasar muchos años en el exterior. En efecto, el ex líder de la Superbanda, que asaltó camiones blindados y bancos en las décadas del 80 y 90, transitó más de la mitad de su vida lejos de su casa. Pero no por elección. Hoy tiene 65 años, y más de 34 los pasó entre muros, rejas, candados y guardiacárceles.

Hace quince días recuperó su libertad. Estaba preso desde el año 2014, una temporada bastante breve si se la compara con las anteriores condenas. El jueves 5 de julio pasado, el Gordo salió caminando de la cárcel de Urdampilleta, de la mano de su esposa, Nancy Collazo. “Me cansé de la mala vida, no quiero delinquir más”, juró minutos después, aunque en su anterior libertad anticipada había prometido lo mismo y no lo pudo cumplir, publica el sitio Perfil.com.

Marca registrada. En la cárcel, el hombre que llegó a robar más de cincuenta camiones de caudales y bancos maduró una decisión que daba vueltas por su cabeza desde hace tiempo: convertir su historia de vida en un negocio rentable. A mediados de 2015 registró la marca Valor G. Valor y hasta creó el logo con su nombre rodeado de revólveres dorados, lingotes y monedas de oro.

En septiembre presentará su primer libro autobiógrafico llamado Valor, que tendrá dos prólogos: uno del músico Andrés Calamaro y otro del escritor y periodista Rodolfo Palacios.

Juan Manuel Casolati, su abogado defensor, contó a este diario que el desafío del ex líder de la Superbanda es “contar su historia, no desde el lugar del héroe sino para hablarles a los jóvenes para que no sigan su camino, porque no es el indicado”.

Siguiendo esa línea es que Valor ajusta detalles para una charla que brindará en la Fundación Comprometerse Más de San Miguel, que preside el letrado que lo asiste legalmente. “La idea que tenemos es que Luis (por el Gordo Valor) pueda charlar con los adolescentes de los barrios, que están vinculados a la droga y la pobreza, y muy cerca del delito. Contar su experiencia para que todos sepan qué significa delinquir y por qué no conviene ese atajo”.

“Estamos armando el formato del modo en que él va a transmitir esto –agrega Casolati–, porque si se hace mal tal vez no cumpla el objetivo deseado, y si se hace bien estimo que va a ser muy bueno, no solo para los chicos que lo escuchen, sino también para él porque, ante todo, es un desafío volver a estar en sociedad, respetar las normas sociales y, de alguna manera, comenzar a vivir de un modo lícito. Para Valor es un gran desafío porque gran parte de su vida estuvo sumergido en el delito”.

Película. Además del libro y las charlas, el abogado adelantó que su defendido tiene prevista una reunión con el director de cine Luisito Ortega para charlar sobre la posible realización de una película. No lo quiere decir públicamente, pero Valor tiene ganas de interpretar su papel (o al menos participar de algunas escenas).

También pretende que el film cuente con música de Andrés Calamaro, un artista que admira. En la última entrevista que brindó desde la cárcel reconoció que en la Superbanda escuchaban a Los Abuelos de la Nada. “Era una manera de ir relajados a cometer el golpe. Y con el tiempo me fue gustando Calamaro. Otro que me gusta es el Indio Solari, creo que es entrerriano como yo. Estos dos tipos hacen felices a mucha gente”, aseguró.

En su casa de Pilar, rodeado de sus hijos y su esposa, sueña con escribir una nueva historia. Y vivir de ella, lejos del hampa, las armas y las balas. ¿Podrá cumplir su última promesa?