Más de la mitad de los ataques a colectiveros en Buenos Aires ocurrieron en La Matanza

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El domingo pasado Leandro Alcaraz (26) perdió la vida arriba de un colectivo de la línea 620, en la que trabajaba desde hacía dos años. Un pasajero le disparó después de discutir por el pago del boleto, en La Matanza, un partido que registra la mitad de los ataques que sufrieron los colectiveros en el primer trimestre de 2018, según estadísticas del Ministerio de Seguridad bonaerense.

En el primer trimestre de este año se registraron 44 ataques a choferes en la provincia de Buenos Aires, de los cuales al menos 24 ocurrieron en el partido de La Matanza, el distrito con mayor densidad de población de la Provincia y por el que circulan más de 40 líneas de colectivos, según publica el diario Perfil.

Según se detalla en el informe de la cartera de Seguridad que conduce Cristian Ritondo, en noventa días hubo “cinco asaltos, cuatro hurtos, dos robos, tres lesiones dolosas y diez casos catalogados como daños”.

En el documento, realizado en base a las denuncias que constan en los registros de las comisarías bonaerenses, durante el año pasado se registraron 104 hechos violentos a colectiveros en ese mismo distrito (de un total de 233 a nivel provincial).

El hecho más grave de lo que va del año ocurrió el domingo pasado, cuando Alcaraz recibió un disparo mientras manejaba el colectivo de la línea 620 por la localidad bonaerense de Virrey del Pino, en La Matanza.

Según se pudo reconstruir hasta el momento, un joven subió al colectivo y discutió con el chofer porque quería viajar sin pagar su boleto. Finalmente, subió a la unidad y cuando se sentó llamó a una persona para que lo esperara en la parada en la que debía bajarse. A la altura del Barrio San Pedro habría tomado el arma que le dio esa persona y le disparó a Leandro. Eran cerca de las 18 y el colectivero perdió la vida casi al instante. Por este caso hay dos detenidos y un tercero fue excarcelado ayer (ver aparte).

Según explicaron desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a PERFIL, las “zonas más calientes” para los choferes de colectivos están en el conurbano bonaerense. “Las regiones más peligrosas son La Matanza, que es como una provincia en sí misma por la extensión y la cantidad de habitantes, Quilmes y Avellaneda. Identificamos un segundo cordón donde se concentran robos y actos de violencia contra los choferes, que es Pilar y Lomas de Zamora, donde los choferes sufren asaltos y hasta les cortan los dedos”, detallaron.

El año pasado, un compañero de la misma empresa de colectivos de Alcaraz sufrió heridas cortantes en la cabeza cuando fue asaltado en Virrey del Pino. Unos días antes había sido asesinado Carlos Sánchez, chofer de la línea 514. En ese caso no se trató de un asalto directo hacia él sino que recibió un tiro cuando dos ladrones dispararon contra una pareja a la que querían asaltar en la localidad de Claypole.

“‘Vivimos con miedo’ es la frase que nos dicen los choferes de colectivos. Las líneas que más lo sufren son las que tienen recorridos largos y se meten en lo profundo del Conurbano”, destacan desde la UTA. “En 1994 se dejaron de usar billetes y se pasó a la expendedora de monedas por los hechos de inseguridad de aquel momento. Luego, con la instalación de la SUBE y que ya no se manejaba dinero, los ladrones dejaron de querer robar la recaudación del día y empezaron a asaltar a los choferes y al pasaje”, contextualiza el vocero de la UTA. “Ahora –agregan– sustraen las pertenencias de los compañeros. Los celulares, las billeteras, la ropa, zapatillas. Cualquier cosa”.