“El submarino va a volar en mil pedazos”, fue uno de los mensajes que había dejado a través de la línea 911, en relación al ARA Salta, amarrado en el puerto de Mar del Plata.
Ante el llamado, la PFA ubicó la procedencia en la ciudad bonaerense de Balcarce y dispuso un operativo.
La pesquisa comenzó el pasado 5 de febrero, luego de que en los días anteriores el imputado se comunicara en cuatro ocasiones con el sistema de emergencias. Allí una serie de advertencias contra el submarino ARA Salta sugerían que “va a haber una bomba” y “se va a hundir”.
En ese sentido, las primeras actuaciones estuvieron a cargo de la Policía de Establecimientos Navales (de la Armada), la Brigada de Explosivos de la Provincia de Buenos Aires y la Prefectura Naval Argentina. Luego se derivó las tareas de inteligencia criminal a la División Investigación de Amenazas e Intimidaciones Públicas de la Policía Federal.
Los detectives dieron con el número del celular desde el que se habían producido las llamadas y requirieron las cartas y audios de las mismas, así como todas las comunicaciones que había realizado el abonado. Al mismo tiempo, se solicitó un listado de todas las llamadas del teléfono y se dio cuenta de que se trataba de un prepago sin datos de titularidad.
El análisis realizado por el personal policial sobre las antenas de ubicación permitió localizar el origen de las amenazas: provenían de la ciudad de Balcarce, a unos 75 kilómetros. La investigación llevó a los efectivos hasta un domicilio ubicado en la calle 42, donde vivía el principal sospechoso, un hombre de 63 años.
A instancias del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 3 de Mar del Plata de Santiago Inchausti, los uniformados allanaron la vivienda. El resultado: la detención del imputado, quien al observar la presencia policial intentó descartar un celular, y la incautación del teléfono, una CPU y una réplica de pistola 9 mm de aire comprimido. El detenido fue trasladado a la Delegación Mar del Plata de la Policía Federal, en carácter de incomunicado.
