La PFA desbarató la conexión argentina de una organización de pedófilos que utilizaba una red encriptada para la tenencia y distribución de pornografía infantil.
La operación se denominó “Venedig” y comenzó en Alemania en 2016 con la colaboración de Interpol.
El trabajo de los detectives se basó en la utilización de un software de acceso de código abierto, especialmente adaptado y extendido sobre la web empleada por los pedófilos, con el objetivo de recuperar la evidencia para verificar en forma continua quiénes eran los usuarios activos de la red que subieron o compartieron documentos audiovisuales.
Durante la pesquisa que llevó a cabo la División Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la Policía Federal se obtuvieron 50 direcciones IP relacionadas a este tipo de maniobras y se determinaron las empresas a las que pertenecían. A partir de ello, los uniformados allanaron 13 domicilios en Capital Federal, provincia de Buenos Aires y Córdoba.
A instancias de la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 31, Susana Parada, se notificó a 23 hombres y mujeres (argentinos, venezolanos y chilenos) y se incautaron 11 notebooks, 13 CPU, nueve pen drives, 150 videos en DVD, siete cámaras digitales, 34 teléfonos celulares, 13 discos rígidos, 22 tarjetas SIM, 13 tablets, dos VHS, 20 fotos de menores en ropa interior y lencería.
Asimismo, los efectivos secuestraron una pistola semi automática Bersa Thunder calibre 9 milímetros, 60 cartuchos y una réplica de pistola calibre 45.
