Un informe de los expertos del Cuerpo Médico Forense CMF) y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que había ADN de dos de las víctimas en los restos de la camioneta hallada en el atentado a la AMIA, según se informó hoy en Tribunales.

Voceros del caso dijeron que las conclusiones del peritaje establecieron que algunas de las muestras tomadas sobre restos de la camioneta hallada en el lugar del hecho contienen perfiles genéticos que, con un alto grado de probabilidad, corresponden a Adhemar Zárate Loayza y Juan Vela Ramos, dos trabajadores de origen boliviano que hacían refacciones en la mutual judía.

Los profesionales del Cuerpo Médico Forense de la justicia nacional, del Equipo Argentino de Antropología Forense y del Laboratorio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires entregaron días atrás las conclusiones del peritaje realizado sobre tres restos pertenecientes a la cabina de la camioneta presuntamente empleada para cometer el atentado del 18 julio de 1994 que estaban reservados en el CMF.

De acuerdo con las constancias de la causa, el Departamento Brigada de Explosivos de la PFA identificó en su momento 117 piezas de la camioneta Renault Trafic utilizada en el atentado.

El 29 de julio de 1994 tres fragmentos de la cabina de este vehículo fueron enviados a la División Laboratorio Químico de la PFA a fin de verificar la posible existencia de restos biológicos.

El 19 de diciembre de 1994 el perito Ricardo Padula entregó un informe donde explicó que tras examinar dos piezas de metal correspondientes al torpedo y el pedal de freno y un trozo de la alfombra de piso había conseguido extraer ácido desoxirribonucleico de este último.

Esta muestra fue sometida a dos procedimientos, denominados amplificación PCR y electroforesis, que permitieron inferir la presencia de ADN humano sobre la tela perteneciente a la alfombra de la camioneta.

Ante este hallazgo, las autoridades de la investigación encomendaron a la División Laboratorio Químico de la PFA detectar y extraer muestras de ADN de estos materiales.

El 7 de marzo de 2017 los fiscales de la UFI AMIA solicitaron al CMF, al EAAF y al Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) un minucioso análisis de los restos de alfombra, torpedo y pedal de freno a fin de obtener vestigios de material genético para un posterior análisis comparativo.

Durante julio, el EAAF y el CMF entregaron sus respectivos informes. Ambos concluyen que la mayoría de la evidencia procesada presenta mezclas de perfiles genéticos y que, en particular, un conjunto de muestras de estopa contiene material que presenta identidad con perfiles obtenidos durante la autopsia de las víctimas.

Estas dos víctimas eran de nacionalidad boliviana y al momento del ataque estaban trabajando en la refacción del edificio de la AMIA-DAIA. Conforme el trabajo de reconstrucción realizado por la UFI AMIA, ambos habrían estado ubicados cerca de la entrada de la sede de la mutual judía al producirse la explosión.