Un hombre mató hoy a balazos a su hermana y a dos compradores, hirió a otro y luego se suicidó, durante una disputa por la venta de un terreno registrada en el interior de una escribanía de la localidad bonaerense de Banfield, partido de Lomas de Zamora, informaron fuentes policiales.

Los investigadores procuraban establecer si el múltiple homicida tomó hoy esta decisión porque hacía cuatro años que la familia compradora había comenzado a edificar en el lote que les había vendido, pese a que no había cumplido el plazo de seis meses para terminar de pagarlo.

El hecho ocurrió esta tarde en la escribanía Alonso, ubicada en la calle Marcos Grigera 135, en una zona residencial del mencionado distrito del sur del Gran Buenos Aires.

Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que todo comenzó cuando Luis Helzel (67) y sus dos hijos, llamados Jorge Helzel (35) y Javier Helzel (40), realizaban una operación de compra de un lote situado en Iriarte y Bombero Ariño, en la localidad de Villa Galicia, también de Lomas de Zamora.

El vendedor del terreno, identificado como Ariel Martín Santángelo (43), había concurrido a la oficina junto a sus hermanas, Ana María (64) y Mabel Josefina (57).

“Llegaron dos familias para efectuar la finalización comercial de la venta de un terreno de una propiedad a los efectos de finalizar la escritura del inmueble”, contó a la prensa el comisario general Alejandro Moreno, jefe de la Superintendencia Sur.

Según las fuentes, la operación estaba por ser realizada ante el escribano Juan Francisco Alonso, familiar del ex fiscal general de Lomas de Zamora, Eduardo Alonso.

De acuerdo con el testimonio del escribano, luego que Helzel padre, hermano del juez de faltas Edgardo Helzel, le entregara el dinero a Santángelo, éste le dijo a su hermana Ana María “tomá mamá” y le entregó los poco más de 20.000 dólares.

“Aparentemente esta operación habría sido iniciada tiempo antes, dejando una parte del dinero, y posteriormente con la escritura se pagó el total de la suma”, dijo el jefe policial.

Sin embargo, el hombre extrajo una pistola Bersa calibre 9 milímetros con la que efectuó alrededor de 15 disparos contra todos los presentes, entre ellos a su otra hermana.

“Cuando se estaba realizando la diligencia notarial uno de los participantes saca un arma de fuego y comienza a disparar contra la otra parte provocando el fallecimiento de tres personas”, relató el comisario Moreno.

Tras asesinar a los hijos de Helzel y a su hermana Mabel, el agresor se efectuó un balazo en la cabeza que le causó la muerte casi en el acto.

Además, el padre de las víctimas recibió un disparo en el abdomen y otro en el hombro, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital Gandulfo, donde quedó internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.

Dado que el tirador llevó dos cargadores a la reunión, los pesquisas sospechan que todo lo hizo de manera premeditada y que fue directamente a matar, agregaron las fuentes.

Por su parte, el escribano salió ileso del ataque porque en ese momento estaba por sacar unas fotocopias y vio el momento en que el homicida sacó el arma de fuego, por lo que se tiró debajo de una mesa, dijeron los voceros.

“El escribano dio las explicaciones del caso con el fiscal y va a prestar declaración ante la Justicia como corresponde”, aseguró el superintendente de la zona sur del conurbano, quien añadió que “no se descarta ninguna hipótesis” respecto del motivo que desencadenó el triple crimen.

Otro vocero encargado de la pesquisa dijo a Télam que al escribano Alonso le llamó la atención que cuando Santángelo ingresó a la oficina de la escribanía no saludó a nadie.

En tanto, el fiscal Lorenzo Latorre, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 del Departamento Judicial Lomas de Zamora, supervisó en el lugar los peritajes del personal de Policía Científica que trabajó con los típicos trajes blancos y ordenó perimetrar la zona hasta dos cuadras a la redonda.

Además, el médico legista examinó los cadáveres antes de que fueran trasladados a la morgue judicial, donde se realizarán las autopsias para que determine la cantidad de disparos que recibió cada uno.

En esa misma cuadra, a unas 50 metros de la escribanía, está apostado una garita de seguridad, por lo que posiblemente sea de interés para los investigadores el testimonio de el o los custodios que pudieran haber auxiliado a las víctimas.