Se realizaron dos allanamientos en el barrio de Liniers, donde se desbarató una banda que vendía cocaína y marihuana en una parrilla sobre la calle Viedma, muy cerca de la estación de tren. También se allanó un hotel donde se escondía la droga, y que funcionaba como “aguantadero” para los integrantes de la organización.
Según la investigación judicial, en la parrilla “Matías” la venta de carnes asadas no eran el negocio, sino que funcionaba como pantalla de una organización dedicada a la venta de drogas.
El líder de la banda se hospedaba junto a su pareja en un hotel a 200 metros, en donde se encontró cocaína y marihuana, y una pistola cargada. Su cercanía al lugar de venta facilitaba la logística para suministrar la droga a los vendedores.
Chucky era el jefe de la banda, pero hace un tiempo se fue a vivir a Peru. En la banda cada persona tenía su función: Gusty”, sucesor de Chucky, actual líder de la banda, con antecedentes penales por robo a mano armada. Tenía su “aguantadero” en el hotel. Él era el encargado de llevar las finanzas y proveer la droga a la parrilla.
Luego estaba “Sabri”, la novia del líder, nexo entre la banda y el encargado de la parrilla. Ella además organizaba el trabajo de los “satélites”, quienes trabajaban a comisión, ubicándose en las esquinas cercanas al comercio para acercar a los interesados en comprar droga.
Otra pieza importante era Atilio, dueño de la parrilla “Matías”. Disponía de diversos ambientes y tres salidas para un posible escape.
Los dos hombres fueron encontrados en el interior del local. La mujer se acercó al lugar horas mas tarde, preocupada por su pareja, en ese momento fue detenida.
“La investigación del caso comenzó aproximadamente hace un año cuando se pudo establecer que una gran cantidad de personas ingresaban en la parrilla pero no consumían alimentos ni bebidas, sino que salían rápidamente y a metros del lugar abrían envoltorios y los consumían”, contó una fuente de la investigación.
En total hay siete personas detenidas y se secuestró una pistola bersa 9 mm con cargador completo, una piedra compacta de 500 gr de cocaína, 70 envoltorios de marihuana, 80 envoltorios de cocaína, 15 teléfonos celulares, una balanza electrónica, elementos de corte para rebajar la droga, envoltorios plásticos y adhesivos para el embalaje de las sustancias.
Los dos lugares allanados fueron clausurados, ademas de por la venta de drogas, por irregularidades con las habilitaciones.
La investigación que duró varios meses estuvo a cargo del Comisario Sergio Herrera de la División Contravenciones y Faltas de la Policía la Ciudad. Operativos a cargo del inspector Cristian Benítez. Participaron la Dirección General de Fiscalización y Control y la Agencia Gubernamental de Control.
Interviene en el caso el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4 a cargo del Dr. Ariel Lijo, Secretaría N° 7 del Dr. Diego Arce.
