Un hombre de 58 años fue asesinado de tres disparos por asaltantes que intentaron llevarse su camioneta de la puerta de su casa, en la localidad bonaerense de Caseros, donde su familia reclamó hoy “justicia” y denunció que en la zona “hay tiros y botellazos, todas las noches”.
Ramón Santander falleció pasadas las 19 de ayer tras ser atacado por al menos dos asaltantes que le dispararon frente a su nieto en la vereda de su casa, en la calle Zanella, donde el hombre pasaba la tarde tomando mate y viendo al niño andar en bicicleta.
Ricardo Santander, su hijo, sostuvo que el crimen fue perpetrado en medio de “un intento de robo” y resaltó que a un muchacho que estaba en un auto “también le gatillaron pero no salieron los tiros”. “Si no, teníamos dos víctimas”, acotó.
El hombre relató esta mañana ante los medios que ayer su padre, “a las 7 de la tarde, estaba tomando mate acá como hacia todas las tardes con los vecinos”. Y, al describir el problema de inseguridad que vive la zona desde hace varios años reveló que a su madre “le robaron tres veces la camioneta y un anterior vehículo dos veces de la puerta de la casa, acá”. Respecto de la muerte de su padre, estimó que “quiso proteger al nene. El salía a correr al nene y los chorros, creo, pensaron que tenía algo, se asustaron y le tiraron”.
Teresa, la esposa del hombre asesinado, destacó que su marido que trabajo muchos años como colectivero y ahora fabricaba hielo “era una persona de bien, única. No se merecía esto, lo único que hacia siempre era trabajar”. “Queremos justicia”, proclamó la mujer y, para descartar confusiones en la información periodística, aseguró: “Acá no hay ajuste de cuentas, nada, él era intachable”.
La mujer resaltó que previo al ataque en el que fue asesinado su marido, hubo otro incidente, “anoche, como a las 2 de la mañana, venía de la casa de mi cuñada a buscar a un policía que habían robado” en la zona. “Acá hay tiros, botellazos, todas las noches”, denunció.
El homicidio es investigado por la fiscalía de San Martín y la policía bonaerense.
