La dueña de la habitación de Bernal donde se escondían el financista y la mujer policía que anoche fueron detenidos por el doble crimen de La Plata, aseguró hoy que la pareja alquiló su casa en agosto último, justo en la misma fecha en que se produjeron los homicidios, y que el hombre dijo ser un empleado panadero y la ayudaba a cortar el pasto y la limpieza de la casa.

Se trata de Ethel Zeballos, dueña de la precaria casa de la calle Neuquén 1363 del barrio San Ignacio, en Bernal Oeste, donde anoche fueron detenidos el financista Sergio Ariel Maydana y su esposa, la oficial de policía Flavia Rodríguez, tras un allanamiento realizado por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) La Plata.

“Ellos llegaron en agosto con la intensión de alquilar una pieza para dos. Él llegó primero y luego vino ella a la pieza. La verdad, a ella nunca la ví, no se mostraba ante nadie porque siempre está adentro”, explicó a Télam Zeballos, a quien los detenidos le pagaban 1500 pesos por mes.

La pequeña habitación que pudo recorrer Télam tenía las paredes resquebrajadas, cables pelados, un colchón de dos plazas en el piso, una pequeña mesa sobre la cual había un anafe, y un viejo televisor sobre una caja de manzanas. Ni un mueble y algo de alimentos dentro de una caja de cartón.

De acuerdo al relato de la mujer que aún no lograba salir de “un estado de shock”, Maydana se presentó ante ella como “un empleado panadero” que trabajaba “en un comercio de la zona, en el mismo barrio”.

“El nunca se escondía, siempre estaba muy atento y a veces me ayudaba a cortar el pasto y en la limpieza del patio de la casa”, dijo.

Las detenciones se concretaron cerca de las 20 de ayer cuando llegaron al lugar decenas de policías de la DDI de La Plata, de otras comisarías de la zona y del Grupo Halcón, que rompieron las rejas de entrada, la puerta y allanaron el lugar.

“Un comisario me dijo a mí que no tenga miedo porque el problemas no era conmigo, que era con ellos dos, porque están acusados del crimen de un cirujano y su mujer. Quedé helada, porque me engañaron como a una nena”, explicó la mujer.