Un oficial de la policía bonaerense mató de un balazo en la cabeza a su esposa, también efectivo de la fuerza, durante una discusión de pareja en su casa del partido de La Matanza y luego se disparó en la boca con la intención de suicidarse, aunque sobrevivió y esta tarde permanecía internado en estado de coma, informaron fuentes judiciales.
De acuerdo a los datos aportados luego del hecho por familiares del matrimonio, compuesto por el acusado Axel Riquelme (35) y la víctima Natalia Liva (25), las peleas entre marido y mujer eran frecuentes por cuestiones de “celos” de parte de ambos.
Las fuentes informaron a Télam que todo comenzó anoche, alrededor de las 20.40, en el interior de una de las tres viviendas construidas en un terreno situado en las calles Bogotá y París, de la localidad de Isidro Casanova, en La Matanza, al sudoeste del conurbano.
Los voceros policiales precisaron que en la casa del fondo residía Liva junto a Riquelme y que en las otras dos lo hacían otros familiares de ambos, entre ellos, el marido de la hermana de él y la mujer de éste; por un lado; y el hermano de la víctima, por otro.
Según el testimonio posterior brindado por el esposo de la hermana de Riquelme, primero se escuchó una serie de golpes provenientes de la casa del matrimonio de policías, luego un “portazo”, seguido por una discusión y finalmente tres disparos de arma de fuego.
Este testigo llegó a escuchar antes de los tiros que Riquelme le decía a su esposa “¡no me podés hacer eso!” y “¡no me boludees más”, explicó a Télam una fuente judicial.
Inmediatamente después de los disparos, el mismo testigo oyó que golpearon a su puerta y al abrir observó a Riquelme con el rostro ensangrentado, fuera de sí y que casi en el acto se desvaneció delante suyo, señaló el pesquisa consultado.
Ante esa situación, los familiares presentes llamaron a una ambulancia cuyo personal médico constató al arribar al lugar del hecho que Liva yacía muerta en la cocina comedor de su casa, con un disparo en la cabeza, mientras que Riquelme se encontraba malherido de un tiro en la boca que él mismo se había efectuado luego de haber baleado a su esposa.
Tras recibir los primeros auxilios, el policía baleado fue trasladado al Hospital Simplemente Evita, conocido como “Km. 32” de la vecina localidad de González Catán, donde esta tarde permanecía internado en coma inducido en terapia intensiva y con grave riesgo de vida ya que el balazo le atravesó el maxilar y le fracturó la base del cráneo, donde quedó alojado.
Y dado a lo crítico del estado del paciente -aumentado por problemas de salud pre existentes-, los médicos no pudieron intervenirlo quirúrgicamente para extraerle el proyectil.
En tanto, los peritos que trabajaron en la escena del crimen constataron que Riquelme empleó en el hecho su pistola reglamentaria, una Bersa calibre 9 milímetros, la cual fue hallada junto a los pies del cuerpo de Liva.
Los primeros peritajes revelaron que el hombre efectuó dos disparos contra la mujer, uno impactó en la cabeza de ésta y el otro en la pared, y que con la misma pistola después intentó suicidarse.
Además, los pesquisas observaron que Liva estaba uniformada al momento del hecho -al parecer acababa de regresar de prestar servicio- y que su pistola reglamentaria se hallaba intacta en su cinturón, por lo que no alcanzó a defenderse con ella.
Según la Policía, tanto Riquelme como Liva se desempeñaban en el Comando de Patrullas de La Matanza, convivían hacía tres años, se habían casado en diciembre último y no tenían hijos.
En el lugar del hecho también estuvo presente el fiscal Jorge Yametti, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien junto a su personal se entrevistó con algunos de los testigos.
“Los familiares cuentan que víctima y victimario mantenía una relación de ‘amor-odio´ en la que se peleaban mucho pero también se querían, y que las discusiones generalmente se debían a los celos de parte de ambos”, describió un investigador judicial.
Y en ese sentido, la fuente añadió que el cuñado de Riquelme que escuchó lo sucedido anoche detalló que en las habituales discusiones se solía oír más la voz del marido que de la esposa y que Liva “lo celaba” a su esposo cuando éste se iba a trabajar.
Por último, los pesquisas analizarán en las próximas horas si Liva había efectuado alguna denuncia previa por violencia de género, aunque en la Fiscalía de Homicidios no contaban esta tarde con registros al respecto.
