El Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata rechazó ayer un pedido de morigeración de la prisión preventiva que viene sufriendo Hugo Castillo (54), procesado bajo sospecha de haber ejecutado al fotógrafo Alfredo Galeano (39), el 10 de junio de 2014, cuando llegaba a su casa de 37, entre 3 y 4.
En tal sentido, voceros judiciales informaron al diario El Día que los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr, entendieron que el acusado debe seguir en prisión porque existen “peligros procesales”.
También indicaron que en la resolución se mencionó que la medida solicitada no puede prosperar por la pena en expectativa de los delitos que le imputan a Castillo: “Homicidio calificado por alevosía y coacción agravada”, este último ilícito lo habría cometido en perjuicio de su ex mujer, a quien habría obligado mediante amenazas a que le indicara el lugar donde vivía la víctima.
Además tomaron en cuenta la mecánica del hecho investigado, señalaron las fuentes.
Los abogados defensores, Mariano D’Incal y Marcelo Peña, habían pedido esta morigeración para Castillo, en rigor, arresto domiciliario, con pulsera magnética si se consideraba necesario.
El pedido fue concretado la semana pasada en el marco de la audiencia previa al juicio oral y público, oportunidad en que la defensa además requirió la nulidad de la declaración de un testigo de identidad reservada y la concreción de nuevos estudios, con peritos propuestos por la parte, sobre los informes de las antenas de telefonía celular de llamadas que hizo para esa fecha el imputado.
Sobre estos últimos planteos el Tribunal aún no se expidió, informaron voceros de Tribunales.
En la audiencia de la semana pasada, la parte acusadora: la fiscal de Juicio Claudia Cendoya; y los abogados Fabián Améndola y Silvia Petroff, representantes del particular damnificado en esta causa, se opusieron a los pedidos de la defensa. En esta investigación, en mayo de este año el juez de Garantías Juan Pablo Masi elevó la causa a juicio, a pedido del fiscal del Crimen Marcelo Romero.
Galeano y la mujer de Castillo, Marcela Kaufmann, supuestamente eran amantes y el ahora imputado, que ya estaba en proceso de separación de su esposa, habría reaccionado por celos. Esa es la principal hipótesis que manejó Romero.
En el dictamen de elevación a juicio oral se concluyó que en la medianoche de aquel día un hombre “mató a Galeano -cuando llegaba a su casa- de dos disparos con un arma de fuego de grueso calibre y por la espalda”.
El fiscal señaló que “ha quedado al descubierto el patrón de conducta del imputado que no sólo investigó, acechó y ultimó a la víctima sino que, a otras personas que consideraba amantes de su esposa, los persiguió y amenazó”.