AMIA II: Declaró Beraja y rechazó las pruebas en su contra

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Claudia Conteris/Ministerio Público FIscal/www.fiscales.gob.ar

Fuentes Fiscales.gob.ar

Cerca de las 10:00, como todos los jueves desde principios de agosto, empezó en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py una nueva audiencia -la novena en este caso- del juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA.

En la jornada de hoy, y continuará el jueves próximo, declaró el ex presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Rubén Beraja, quien dijo que “la opinión pública debe tomar este juicio como una aproximación al verdadero juicio a la AMIA (…) tal vez de este debate surjan cosas para ese objetivo superior.”

Beraja está imputado por el delito de peculado. Concretamente, se lo acusa de prestar “un efectivo respaldo al irregular trámite de la investigación judicial”. Esto es conocer del pago de los 400 mil dólares a Carlos Telledín para que brindara en el proceso una falsa versión de los hechos e imputara por el atentado a policías bonaerenses apoyando al juez Juan José Galeano en esa iniciativa.

Desde que se sentó en la sala hasta el final de su declaración, con unas fichas como ayuda memoria, Baraja no dejó de repetir que “este es un juicio sustituto del verdadero juicio al atentando a la AMIA (…) hay una causa dormida que nos está esperando que es la causa principal del caso AMIA”, puntualizó.

Prolijo y ordenado en su exposición, durante toda la mañana Beraja se preocupó por explicar los conflictos en medio oriente durante la década de los ’90. Luego, repasó el atentado terrorista a la Embajada de Israel en 1992 y finalmente explicó por qué considera que no hay ningún hecho o circunstancia que se encuadre en el delito por el que se lo acusa.

Luego de rememorar que la ex SIDE, por lo menos un año antes del atentado, investigaba a Mohsen Rabbani -hoy con pedido de captura internacional- y de criticar el accionar de la vieja Corte Suprema en su investigación en el atentado contra la Embajada de Israel de 1992, recordó también los avisos acerca de posibles hechos de terrorismo en el país y una serie de circunstancias de las que pudo inferir que las fuerzas de seguridad o inteligencia habrían rastreado a la camioneta Trafic horas antes de la voladura de la mutual judía.

En su análisis de las pruebas que lo incriminan, el ex presidente de la DAIA sostuvo que el delito de peculado que se le imputó se basó “en una construcción original y poco usual de complicidad psíquica” y destacó que lo que buscaban los acusadores era llegar desde su “psiquis a la psiquis de Galeano”. “Soy un producto elaborado”, refirió no sin cierta ironía. En este sentido, apuntó que las pruebas fueron relatos imaginarios que no tienen correlato con la realidad y no presentan consistencia para ser usados como elementos de cargo.

“Mi defensa se fortalece con la verdad”, dijo Beraja cuando se propuso dejar en claro al Tribunal que se sentía mal; que estar sentado en esa sala lo hacía “inevitablemente revivir ese momento (…) que es una herida abierta”. Además, explicó que circularon varias versiones sobre los hechos y destacó que “el tema es muy serio como para tomar la causa como una cuestión doméstica”. Y afirmó que sufrió “un ataque injusto e indigno”. Y agregó: “Pero más allá de la indignación que me generó ser llamado (…) no tengo nada que ocultar, vengo con ‘serenidad espiritual’ y quiero expresar lo que vivimos mientras era titular de la DAIA”. “Lo vivo como una rendición de cuentas”, aclaró.

En otra parte de su indagatoria, se dedicó a explicar la estrecha relación con Galeano. Sobre este punto, refirió que “el juez nos marcó la cancha y lo supo hacer muy bien”, y continuó: “Mi primer encuentro [con Galeano] fue entre el 18 y el 19 de julio en el Comité Ejecutivo AMIA-DAIA. En esa oportunidad se acercó para solicitarnos que sacáramos en 30 minutos la bandera israelí que se encontraba sobre los escombros, y que si no lo hacíamos lo iba a ordenar por la fuerza pública”. Sin embargo, Beraja manifestó que era muy importante mantener una buena comunicación con el magistrado responsable de la instrucción y que tampoco podía enfrentarse abiertamente con el gobierno de entonces.

En la sala estuvieron presentes los fiscales federales de la Unidad Fiscal AMIA, Sabrina Namer y Roberto Salum, y los fiscales ad hoc Miguel Yivoff y Fernando Comparato. El Tribunal Oral Federal Nº 2, integrado por los jueces Jorge Gorini, Néstor Costabel y Karina Perilli, con la actuación como cuarto juez de Domingo Altieri, dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo jueves.

Comunicado de Memoria Activa

En la audiencia del día hoy del juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, se le tomó declaración indagatoria al ex presidente de la DAIA, Rubén Beraja.

El imputado como participe secundario en el delito de peculado, declaró durante más de cuatro horas y continuará haciéndolo la próxima audiencia.

Según su versión de los hechos, Beraja como presidente de la DAIA, se mantuvo involucrado en las investigaciones tanto del atentado a la embajada de Israel como a la sede de la AMIA. Dijo tener información de diferentes servicios secretos de inteligencia y admitió haber asistido, por ejemplo, a una reunión con el ex secretario de la SIDE Anzorreguy (también imputado en este juicio) en el año 1993 donde se le informó sobre la presencia iraní en el país y la posibilidad de un nuevo atentado.

Durante su extensa alocución, con superabundancia de metáforas, intentó presentarse como una víctima de los manejos espurios de las políticas de Estado: “soy un sobreviviente casual del atentado, pero soy un herido moral” expresó. Olvidó mencionar, sin embargo, sus estrechos vínculos con el ex presidente Menem, con los ex ministros Corach y Cavallo, así como haber recibido 340 millones de dólares en redescuentos para su banco en simultáneo a las maniobras de encubrimiento.

Estuvieron presentes en apoyo a Beraja los ex dirigentes comunitarios Erckman, Zaidenberg, el “comisario” Bronstein y Kirszenbaum. Sin embargo al ser interrogados por Memoria Activa sobre el motivo de su presencia, no quisieron responder y salieron de la sala. Esperamos que en la próxima audiencia, el imputado Beraja logre refrescar su memoria y hable, de una vez por todas, con verdad.