Piden domiciliaria para cuatro mujeres policías por un caso de gatillo fácil

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Juan Martín Yalet.

La defensa de los policías detenidos por la muerte de un delincuente en el interior de un patrullero, ocurrida hace dos semanas en la ciudad de La Plata, pidió ayer arresto domiciliario para las cuatro oficiales que están presas por el caso.

Según publica el diario El Día, los abogados Mario Mac Dougal, Fernando Pedersoli y Alejandro Fernández, en representación de Cristian Caffa (teniente); Mónica Arias (sargento); Walter Fernando Rodríguez Muller (subteniente); Daniela Aprea (subteniente); Michael López González (oficial); Luciano Díaz (subteniente); Patricia del Carmen Paris (teniente) y Laura Gutiérrez (oficial), explicaron, al mejorar el recurso que “aquel día, como todos los días, solo fueron a trabajar, a enfrentar a la delincuencia en situaciones que ninguno de nosotros imaginamos, lejos de la seguridad de un despacho, lejos de un espacio templado y confortable, cerca del infierno, donde las decisiones se adoptan en segundos”.

“Todo -agregaron- eso es lo que templa el alma y el espíritu de los funcionarios policiales, que como mínimo merecen, apreciaciones justas y razonamientos adecuados y lógicos y consideración de todas las hipótesis posibles. Mientras tanto ellos siempre van a estar a derecho, siempre acataran las decisiones de la justicia y en todo caso pelearan con las armas que el proceso les brinda”.

También argumentaron que “ningún temor puede invocarse y menos sostenerse en hipotéticos e infundados procesos de fuga o entorpecimiento de la investigación, para reclamar sus detenciones, que por lo demás, como hemos desarrollado en la presentación antecedente, no encuentran sustento probatorio”.

Esta presentación ayer era analizada la Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías, integrada por los jueces Ricardo Szelagowski, Sergio Almeida y Laura Lasaga.

En tanto, voceros judiciales revelaron que la defensa solicitó para cuatro mujeres policías que se le conceda arresto domiciliario, ya que están casadas y tienen hijos menores.

Cabe recordar que a todos se les ordenó la detención bajo sospecha de haber cometido “homicidio triplemente agravado en concurso ideal con falsificación de instrumento público”, por la muerte de Juan Martín Yalet (35).

En el planteo ante la Cámara los abogados denunciaron que del “pedido de detención” formulado por la fiscal Betina Lacki y avalado por el juez César Melazo, “se extrae fácilmente que campean en él las suposiciones”, sin el “mínimo de certezas que debieran concurrir para proceder a la privación de libertad nada menos que de ocho personas, mediando un solo disparo”.

La defensa alega que “toda la construcción” acusatoria “no pasa de la especulación y el prejuicio”. Apuntan que “existe al menos una errónea interpretación del informe del localizador satelital del patrullero, uno de los indicios sobre los que se explayó la fiscal: el vehículo habría demorado 2 minutos 30 segundos en recorrer 50 metros, lo cual es un absurdo a la luz del resto de las constancias de la causa”. También que “no se encuentra prueba alguna que demuestre que la pistola incautada posea restos de masa encefálica”.

Como se sabe, en el requerimiento de detención, la fiscal Lacki dio por probados tres hechos: la entradera cometida por Yalet el pasado 26 de agosto; la muerte del detenido cuando era trasladado en el patrullero y, la confección de un acta trucha para intentar enmascarar el crimen en un suicidio. En los dos últimos puntos, a priori, estarían involucrados todos los acusados.

“No había concordancia entre los movimientos del móvil policial, la sucesión de hechos descripta por los policías y la secuencia temporal que arrojó el llamado informe de AVL (Localización Automática Vehicular).

En el asiento trasero iba Yalet, con las manos esposadas por la espalda.

Sin embargo, a entender de la fiscal Lacki, hasta el arribo del coche oficial al Policlínico, con Yalet prácticamente muerto, los agentes que iban en el móvil, más el resto de los imputados, tuvieron “co-dominio funcional” de la situación o, en otras palabras, “cada uno de ellos realizó un aporte necesario para llevar adelante el hecho, compartiendo funcionalmente el dominio del mismo”.