Mató a la ex pareja de su vecina cuando estaba a punto de ser violada y lo absolvieron

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Un hombre que asesinó a la ex pareja de su vecina cuando ésta estaba siendo golpeada y a punto de ser violada, fue absuelto en un fallo unánime porque los jueces entendieron que actuó en “legítima defensa, propia y de terceros”, según informaron fuentes judiciales a Online-911.

El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Mar del Plata, integrado por los jueces Juan Facundo Gómez Urso, Aldo Daniel Carnevale y Eduardo Alemano. Raúl Rodríguez llegó a juicio acusado por el homicidio de Claudio Paucil, ocurrido en el año 2009 en una casa de la calle Coronel Suárez bis N° 3.173 de Mar del Plata.

Para los jueces “el accionar típico que oportunamente le fuera imputado encuadró en la justificación  de la legítima defensa, propia y de terceros”. Y por una unanimidad resolvieron hacer lugar al dictamen del fiscal Amavet y absolver a Rodríguez sin costas.

En el juicio, Ayelen Heffling -ex esposa de la víctima- contó que su ex pareja “era una persona que bebía alcohol y que era violenta”. La mujer relató que “debió escapar varias veces de su lado e irse a lo de su madre; que estaba separada desde hacía un año, aunque él la acosaba constantemente”. “Cuando me encontraba me tomaba del cuello, ahorcaba y luego abrazaba, diciéndome que no gritara y que simulara que eramos una pareja, para llevarme así hasta algún lugar donde me violaba”, explicó.

“Cada vez que iba a visitar a sus hijos Paicil entraba pateando la puerta, le pegaba y quería abusar de ella, comportándose de este modo frente a sus hijos pequeños”, dijo el juez Urso en su dictamen.

“Además de agredirla físicamente -amplió- lo hacía psicológicamente, diciéndole que sabía que ella vivía con un macho, lo que no era cierto, y que iba a matarla a ella y al macho que tuviera cuando los encontrara”.

Según el fallo, el día del crimen Paicil hizo lo de siempre, llegó a los gritos, pateó la puerta y entró a la casa. Heffling ya le había dado de comer a sus hijos. Eran las 20:30.

Paicil intentó desvestirla para tener relaciones, pero como Heffling se negó la tomó del cuello y golpeó su cabeza contra una pared. Los dos hijos de 5 y 4 años golpearon a su padre para que soltara a su madre. Pero no pudieron hacer nada. Paicil seguía agrediéndola. Heffling les dijo que fueran a pedir ayuda a lo de Rodríguez, por lo que éste llegó de inmediato.

Rodríguez le pidió a Paicil que se retirara pero éste le dijo que no lo haría. “¿Este es tu macho? Ahora te mato a vos, lo mato a él y después me mato yo”, la amenazó

En el marco de la pelea a golpes, Paicil tomó un palo “tipo tabla, gruesa”, mientras Rodríguez le decía “andate, andate”. Al mismo tiempo, los hijos de Paicil y Heffling le pedían a Rodríguez “matalo, matalo”.

“Esta expresión, sin dudas, refleja claramente el complejo total de la situación trágica y dolorosa vivida por la familia. Que los propios hijos reclamen a gritos que maten a su padre da cuenta de una inconmovible realidad, enmarcada en un contexto de grave y continuada violencia de género”, apuntó el juez Urso en su voto.

Según Ayelen, Paicil se abalanzó sobre el imputado y en ese momento fue cuando recibió la puñalada en el cuello. Para Heffling Rodríguez no mató a Paicil por bronca o por odio. “Ni siquiera lo conocía, fue para defenderme. Es más, mis hijos le pedían que matara a su padre”, narró.

Los jueces destacaron que otro aspecto determinante para la resolución del caso “lo constituye la llegada de Rodríguez al lugar sin ningún tipo de arma o elemento contundente en sus manos, lo que demuestra su intención de ayudar o auxiliar a Heffling sin planear una agresión o ataque en contra de Paicil”.