Los dos detenidos por el crimen del colectivero Leandro Alcaraz, asesinado a balazos el 15 del mes pasado en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, fueron procesados con prisión preventiva, informaron fuentes judiciales.

La medida la dispuso en las últimas horas el juez de Garantías de La Matanza, Rubén Ochipinti, respecto de Jonathan “El Viejo” Acevedo (18), y Juan Alfonzo Gauto (24), quienes quedaron procesados como coautores de “homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego”.

Las fuentes precisaron a Télam que el magistrado coincidió con la imputación planteada por el fiscal Emilio Spatafora, del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil de La Matanza, quien había solicitado el jueves de la semana pasada la prisión preventiva de ambos.

En el fallo, Acevedo y Gauto también quedaron procesados por el “robo agravado” en perjuicio de una mujer que se encontraba en las inmediaciones de la escena del crimen y a la que le sustrajeron su teléfono celular cuando ambos aparentemente escapaban del lugar tras cometer el homicidio.

Respecto a las pruebas más importantes que derivaron en el procesamiento de los dos acusados, una fuente con acceso al expediente explicó a Télam que “se hizo una valoración en su conjunto” de todos los elementos reunidos y se resaltó “la mendacidad de las declaraciones” de los dos acusados.

El mismo investigador remarcó que la instrucción de la causa “recién empieza” y a medida que avance se van a “aclarar” varias cuestiones.

Por ello, el pesquisa consultado no descartó que haya más personas involucradas en el hecho al tiempo que sostuvo que en esta etapa de la instrucción -cuando todavía resta producir más prueba para elevar la causa a juicio- el móvil del crimen sigue siendo la discusión entre la víctima y uno de los acusados por el pago del boleto de colectivo.

La semana pasada, el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreció una recompensa de entre 300.000 y 500.000 pesos para quienes brinden información fehaciente que permita esclarecer el crimen de Alcaraz (26).

Por su parte, familiares, amigos y vecinos de la víctima encabezaron la noche del miércoles último una nueva marcha en reclamo de justicia en la ruta 3, a la altura de Virrey del Pino.

El crimen del colectivero fue cometido cerca de las 17 del domingo 15 de abril último, cuando Alcaraz conducía el interno 103 de línea 620 y al llegar a una parada situada en Santiago Bueras y Concordia, en dicha localidad de La Matanza, fue asesinado de un balazo en el tórax y otro en el cráneo efectuado con un revólver calibre .38.

Al parecer, el asesinato fue cometido luego de una discusión que mantuvo con un pasajero que no tenía carga en la tarjeta SUBE y quien llamó a otro para que concretara el homicidio.

Además de Acevedo y Gauto, inicialmente, había sido detenido por el crimen un adolescente de 17 años que fue liberado por falta de pruebas.

En su indagatoria, Acevedo se declaró inocente y dijo que aquel domingo a la tarde se encontraba en la puerta de su casa junto a dos amigos, cuando llegó dicho adolescente y le contó que “dos paraguayos” habían baleado a un chofer de colectivos.

El imputado declaró que, a la 1 del lunes, policías se lo llevaron detenido a la comisaría de Virrey del Pino, donde estuvo hasta las 8, cuando fue liberado y volvió a su hogar a dormir.

Según consta en su declaración, durante las horas que estuvo detenido los policías le decían que había sido el culpable del homicidio y le tomaron muchas fotografías.

En su relato, el acusado contó que a las 16 de ese mismo lunes fue despertado por su hermana, quien le dijo que fotos suyas y del adolescente se habían viralizado en redes sociales, donde los señalaban como los autores del crimen.

En tanto, tras ser nuevamente detenido, Acevedo fue sometido a una rueda de reconocimiento ante siete testigos, dos de los cuales, pasajeros del colectivo, lo señalaron como uno de los asesinos.

Por su parte, Gauto, de nacionalidad paraguaya, declaró que hacía bastante tiempo que no viaja en colectivo y que al momento del asesinato se encontraba en una cancha de fútbol ubicada a unas seis cuadras del lugar del crimen.

Según este imputado, como su equipo ganó 3 a 0 se quedó con varios amigos festejando hasta las 4 de la mañana del otro día en una cancha de voley lindera y después regresó a su casa.

El acusado aseguró que se enteró del crimen del colectivero luego porque un amigo le mandó una foto y el tema se comentó en un grupo de Whatsapp al que pertenece.

Por último, Gauto reconoció que conoce a Acevedo pero que no es “amigo” y que lo vio por última vez el sábado por la noche en la plaza del barrio junto a unas 10 personas.