Una agente de la Policía de la Ciudad había sido trasladada a prestar servicio de prevención en la estación de trenes de Retiro. Por tal motivo, decidió desplazarse con el subterráneo, la línea C, hasta el lugar indicado. Mientras viajaba observó a dos criaturas que vendían paquetes de maní con chocolate. De inmediato les preguntó con quién estaban y los niños la guiaron hasta otro vagón, donde una joven de 14 años, con un bebé en brazos y otros menores, vendían la misma mercadería.
La oficial le preguntó a la joven a cargo de quien estaba, y ella le indicó que en el próximo subte llegaría su tía. Minutos después, arriba el tren, desciende esta mujer de 21 años quien sería la tía de los niños, pero al hablar con el personal policial negó tener vínculo; afirmó que los conocía de vista pero que no tenían ningún tipo de parentesco y negó que estuvieran a su cargo.
En ese momento, la uniformada dio aviso al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes, quien dispuso la presencia del SAME y del Servicio Social para asistir a los menores y que los mismos sean entregados a sus padres una vez constatados los vínculos. Inmediatamente fueron derivados al Hospital Fernández con consigna policial para realizarles chequeos generales.
Al darle intervención a la Justicia ordenó la detención de la mujer, quien fue trasladada a la Alcaldía de la División Investigaciones de Subterráneos de Buenos Aires y caratuló el hecho como “explotación infantil”. En cuanto a los menores, se dio intervención al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes.
