Para el fiscal, el personal trainer tuvo una conducta “violenta, voluntaria y desproporcionada”

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El fiscal que pidió la detención formal del personal trainer que atacó a golpes al vigilador de su edificio que le reclamaba no haber cumplido con el protocolo de aislamiento por coronavirus en la localidad bonaerense de Olivos consideró que el acusado tuvo una “conducta intensamente violenta, voluntaria y desproporcionada”.

Así se desprende del requerimiento del fiscal de Vicente López, Martín Gómez, para que el acusado Miguel Ángel Paz (40) quede detenido por las “lesiones y amenazas” contra el empleado de seguridad Gustavo Granucci; lo que fue convalidado esta tarde por el juez de Garantías 4 de San Isidro, Esteban Rossignoli.

El ataque quedó filmado por las cámaras de la garita del vigilador y para el fiscal “resultan claras por sí solas, sin la necesidad de una mayor explicación”

“Palmariamente puede visualizarse en contraposición a la explicación alternativa que Paz intentó efectuar mediante su descargo, con el objetivo de mejorar su situación procesal, que el encartado, lejos de hallarse calmado, mantenía una discusión en un tono agresivo, mediante una conducta corporal y también mediante sus manifestaciones”, sostuvo el fiscal en su requerimiento.

Para Gómez, “de más está decir que la actitud de Paz, lejos de tratarse de una reacción desmedida como él reconoce, se trató de una conducta intensamente violenta, voluntaria y desproporcionada; si del empujón (del vigilador hacia el acusado) estamos hablando, pues claramente se visualizan múltiples golpes de puño impactando en el damnificado”.

A su vez, el fiscal remarcó que “no se puede visualizar más que una actitud pasiva por parte del damnificado, quien en todo momento intentó hacer salir del lugar de trabajo al encausado”.

Destacó que el vigilador es “un sujeto de condición humilde que con un claro deber ciudadano trataba de concientizar al causante sobre los riegos que estaba generando al cometer infracción de la cuarentena que debía guardar”.