Vecinos de la ciudad de Chascomús que realizaban esta tarde una marcha en reclamo por el esclarecimiento del femicidio de la adolescente Navila Garay, protagonizaron una serie de incidentes con la policía cuando comenzaron a arrojar piedras contra el frente de la comisaría local.

En tanto, el hombre detenido se negó a declarar ante la Justicia y permanecerá apresado bajo acusación de “femicidio”, informaron fuentes judiciales.

El cuerpo de Navila fue encontrado ayer en una quinta ubicada en la calle Mercedes 707, donde el imputado, Néstor Garay (56) trabaja como parquista y jardinero.

La fiscal a cargo de la investigación, Daniela Bertoletti, admitió hoy en C5N que si bien aún no estableció el móvil del crimen, cree que debe haber ocurrido entre ellos “una discusión o algo que motivara una reacción violenta”.

Según Bertoletti, entre víctima e imputado había “una relación frecuente” que quedó constatada en el análisis de sus teléfonos secuestrados, y que tenían el mismo apellido porque la mamá de Navila “es prima lejana de este señor”.

Si bien la fiscal explicó que en base a la autopsia se determinó que no existió abuso sexual, algunas declaraciones testimoniales incorporadas al expediente señalan que “podría haber habido una relación sexual esporádica entre este hombre y la víctima, y otras que transmiten que éstas podrían haber sido a cambio de dinero. En ambos casos se trata de un delito porque la víctima era menor de edad”.

Débora, la madre de la víctima, afirmó esta mañana a la prensa que el sospechoso detenido “la acosaba y la llamaba por teléfono continuamente” a su hija y lo calificó a Garay como “un abusador, una basura y un pedófilo”.

La vivienda donde apareció la víctima no está habitada en forma permanente, sino que se utiliza como casa de fin de semana una familia del partido de Berazategui.

La dueña de la propiedad se presentó ayer en la estación de Policía Comunal de Chascomús para contar que el miércoles pasado su jardinero, Garay, la llamó para pedirle permiso para “enterrar un perro” en el predio.

“Cuando la señora viene a Chascomús, advierte que el lugar era demasiado grande para enterrar el perrito y al mismo tiempo toma conocimiento de la desaparición de Navila, entonces se presenta en la comisaría y comenta esto que le llamó la atención”, contó Bertoletti.

Con esa información, la Policía y personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 9 de Chascomús realizaron un allanamiento en la quinta, donde tras excavar en un sitio de tierra removida hallaron el cuerpo de la joven.

Bertoletti detalló que el pozo donde se encontró el cadáver tenía unos “60 centímetros de profundidad” y estaba “tapado con escombros, rama y tierra”.

“Creo que esta persona tenía intenciones de regresar al lugar y fue sorprendida por la circunstancia de que llegaron los dueños de casa antes. Para mí no tuvo tiempo de limpiar todo eso y probablemente tendría otra idea en la cabeza”, dijo la fiscal.

Para Bertoletti, la misma casaquinta donde fue enterrado el cadáver “sería el lugar del hecho” y en particular señaló un “galponcito que está en el fondo” y era el único sitio de la propiedad donde el jardinero tenía acceso para guardar herramientas.

La fiscal confirmó que como posibles armas homicidas se secuestraron allí “una maza y palos con presunto tejido hemático”.

“No creo que haya sido una intención de abuso, sí algo que hizo explotar en ese momento la situación”, conjeturó la fiscal, quien agregó que, antes de ser detenido, Garay declaró como testigo que Navila lo había ido a extorsionar.

“Él en su primera declaración manifiesta que ella fue a pedirle dinero. Comenta que ella lo estaba extorsionando con que, si no le daba dinero, lo iba a denunciar por abuso sexual”, señaló la fiscal, que indagará a Garay por el delito de homicidio.

“Había relación frecuente, ella iba a la casa. Iba a cenar y a bañarse a la casa, él le mandaba un remís y ella iba”, confirmó la fiscal.

Según testimonios recogidos por los pesquisas, el último día que Navila fue vista con vida fue el martes 10 de este mes, entre las 18 y las 18.30, cuando tomó un remís hasta la casa de Garay.

La fiscal presume que luego el imputado “engañó” o llevó “por la fuerza” a la joven hasta la casaquinta, donde se cometió el crimen.

La denuncia por la desaparición de Navila fue presentada por la familia el miércoles por la noche, es decir, al día siguiente de su desaparición, y Garay ya estaba bajo sospecha y sus dos posibles domicilios fueron allanadas, porque se sabía que la chica había ido hasta uno de ellos en remís.

Para Bertoletti, “hay prueba más que contundente” contra el acusado, ya que su casa “fue el último lugar donde se acreditó que estuvo” la víctima y donde su celular dejó de tener actividad, y además, el sitio del hallazgo del cuerpo es donde Garay trabajaba como jardinero.

La fiscal agregó que si bien no lo descarta, hasta el momento no acreditó “complicidad o colaboración” de otras personas y comentó que el teléfono de la víctima, aún no fue hallado.