Expulsaron del país a dos delincuentes extranjeros

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Un narcotraficante venezolano que había sido encontrado culpable de liderar una organización criminal en dos causas vinculadas con el contrabando y comercialización de estupefacientes, y un ciudadano uruguayo que tenía cinco condenas por robo, fueron deportados en las últimas horas a sus países de origen.

“Se está dando un paso importante en la lucha contra la delincuencia”, dijo esta tarde el vicejefe de Gobierno porteño, Darío Santilli, durante un acto realizado en la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) en el que también estuvo presente el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro.

“Me parece que cuando trabajamos todos en conjunto, las fuerzas de seguridad, la Justicia, el gobierno nacional y el Ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires, se logra resolver este tipo de situaciones tan dolorosas para los argentinos y para los ciudadanos de esos países”, ya que, según Santilli, “hay unos pocos delincuentes que no merecen estar en este país”.

La medida de deportar a los extranjeros fue adoptada en el marco del decreto 70/2017 firmado por el presidente Mauricio Macri, que aceleró los trámites administrativos para la expulsión de los ciudadanos de otros países acusados de la comisión de delitos.

En el primero de los casos, por decisión de la jueza en lo Contencioso Administrativo Federal número 8, Cecilia Gilardi Madariaga de Negre, del juez en lo Criminal y Correccional 3 de Morón, Néstor Barral, y el fiscal federal Santiago Marquevich, se logró retener al ciudadano extranjero para realizar la expulsión permanente del territorio.

En 2015, el ciudadano venezolano ya había sido expulsado del territorio nacional por contrabando de estupefacientes, ya que había intentado sacar del país, bajo la modalidad delictiva conocida como “mula”, 8 kilos de cocaína que había ingerido en cápsulas.

A raíz de ese hecho, fue condenado por la Justicia a 4 años y 9 meses de prisión.
Tras cumplir la mitad de la condena en el Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad de Buenos Aires (ex cárcel de Devoto), fue deportado a su país de origen con una prohibición permanente de reingreso.

Sin embargo, la violó años más tarde cuando tras sortear los controles legales, reingresó a la Argentina, donde fue detenido una vez más por comercialización de estupefacientes en el barrio de Constitución.

Ante esta situación, tras realizarse todos los trámites judiciales que están contemplados en la ley de Migraciones, anoche fue trasladado al aeropuerto de Ezeiza por personal del Departamento Alcaidía Central y Traslados de Detenidos y de la División Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM) de la Policía de la Ciudad.

Allí, el hombre fue entregado en custodia a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que se encargó de su traslado a Venezuela.

El otro caso es el de un ciudadano uruguayo que fue detenido anoche y que había sido condenado por cinco tribunales porteños por robo.

El delincuente apresado además cumplía una pena de arresto domiciliario por el delito de “resistencia a la autoridad”, causa tramitada por el Juzgado Penal, Contravencional y de faltas 11 de la ciudad de Buenos Aires.

D’alessandro explicó que el ciudadano uruguayo estaba a “disposición de la Justicia de instrucción” y se le otorgó “arresto domiciliario hasta que la Dirección Nacional de Migraciones realizó los trámites correspondientes para hoy ya devolverlo a su país”.

En este sentido, señaló que se realizó la misma metodología aplicada para la deportación del narcotraficante venezolano, que ayer fue entregado en custodia a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que se encargó de su traslado a su país de origen.

Por su parte, el director nacional de Migraciones, Horacio García, indicó que durante esta gestión expulsaron a “1.553 personas”, sobre un total de “680 mil residentes” extranjeros, lo que implica que “la Nación argentina está haciendo un trabajo de construcción de un sistema de seguridad entre todos, entre jueces, fiscales, fuerzas policiales y autoridades nacionales y provinciales”.

“Son dos personas que rompieron el pacto de confianza que brinda el país. Han cometido delitos y han sido expulsados por Migraciones. Esto es cumplir con lo que nos encomendó el ministro Rogelio Frigerio desde el primer día: ser amplios y hospitalarios con quienes vienen a trabajar o estudiar y hacer crecer la Argentina y ser restrictivos con quienes llegan con otros fines”, dijo.